Capítulo 18 -El inicio de la Guerra

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Freya POV

El tiempo volaba rápido, estamos a un mes del nacimiento de los mellizos, estoy deseando que estos días pasen, no obstante, pareciera que el reloj se burlaba de mí, ahora sentía que las agujas del reloj iban más despacio.

Por las noches no podría dormir, estos niños parecía que jugaban a la pelota y esperaban loa noche para ello, había momentos que despertaba a mi pareja para que sufriera un poco de lo que yo sufría, a pesar de mi mala leche él siempre me acompañaba, luego venía la culpa y con ella las lágrimas. Cambiaba de humor como cambiaba de ropa.

Para variar, el alfa Viken había embarazado a mi mejor amiga, deseando verla, desde la última vez que la vi en la reunión de los alfas. Tras el intento de secuestro de Frida, Viken no la dejaba salir del territorio de la manda. Isak había enviado cazadores tratando de acceder a mi amiga, su embarazo fue como un polvorín. Las mandas relacionadas con Isak y Jakob estaban muy nerviosas. Las lunas de los lobos más poderosos de Noruega están embarazadas agrandando el poder de sus manadas.

Mi hijos son inocentes, ellos fueron concebidos con la bendición de la diosa luna y serán recibidos con mucho amor. Por otro lado, no estoy diferente a la situación de Frida, Ragnar no me deja salir si no es con un sequito de guerreros y varios ejecutores, él pobre cree que Jakob tratara de acercarse a mí.

-¿En qué piensa mi luna? –Pregunta Ragnar en mi oído.

-En lo rápido que había corrido el tiempo y ahora va a paso de tortuga -Le respondo al borde de las lágrimas.

-No llores, nena. Ya verás que pronto los tendremos con nosotros dando dolores de cabeza -Me besa en la cabeza a la vez que posa una de sus manos en mi gran estómago.

-Estoy cansada, Ragnar. Los amo. Las constantes ganas de ir al baño, el hambre atroz y los constantes cambios de humor me tienen al borde de volverme loca -Sollozo. Mis niños al sentir la mano de su padre empiezan a moverse.

-Niños, sean buenos con mamá, ella está cansada y debe de dormir – Ragnar besa mi gran vientre y es como si fuera una orden nuestros hijos se quedan quietos.

-Gracias -Le digo bostezando.

-Duerme nena que yo velare tu sueño -Me besa en los labios, es como un sedante ya que me quedo dormida.

Más adentrada la noche un dolor agudo en mi vientre me despierta haciéndome gritar.

-¡AY! -Grito agarrándome el vientre. Ragnar se levanta del susto.

-¿Qué está pasando? –

-¡ME DUELE, RAGNAR! -Grito. Él me revisa y entre mis piernas todo esta mojado.

-Freya, tranquilízate. Has roto fuente mientras dormías- Me levanto como rayo, en el acto casi me caigo, dando gracias a la diosa luna de que Ragnar me agarrara para no caer.

-Debo vestirme -Cuando una segunda contracción me golpea haciéndome doblar por el dolor.

-Te vas así. No debemos esperar – Vamos a salir cuando mis suegros aparecen en la puerta.

-Los niños nacerán hoy -Les digo a ambos. Mi suegro comienza a gritar órdenes y en segundos estamos de camino al hospital.

Al llegar el doctor ya nos está esperando con una camilla. Sin darme cuenta de cuándo y cómo llegue a la sala de partos, el doctor está sacando a uno de mis hijos.

-Alfa, ¿quiere cortar el cordón de su hijo? -Ragnar suelta mi mano, haciendo lo que le pide el doctor, para luego hacer lo mismo con nuestra hija, quien demuestra tener mejores pulmones que su hermano mayor.

Mi alfa, Mi mate, Mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora