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Messi se sentía un poco más tranquilo al saber que al menos estaba Chicharito hablándole, la atención ya no estaba en él pero ahora hasta Memo se encontraba entretenido cuidando del más pequeño de sus sobrinos y los demás del equipo sólo veían a Cristiano con fascinación puesto que se la pasaba dando vueltas con sus dos hijas mayores.
—No sabía que te habías dedicado al fútbol —confesó Messi a Javier, quién sonrió incómodo.
—Fue hace muchos años. Incluso jugué con la selección pero es muy difícil ser alguien dentro del mundo del fútbol siendo... Bueno un omega.
Messi no lo negó había conocido a pocos omegas dentro de la cancha y muchos no duraban tanto tiempo jugando.
—¿Por qué dejaste el fútbol? —preguntó curioso, mientras veía a su pareja el cual sonreía como bobo mientras jugaba con el cachorro más pequeño del lugar, más bien peleando por la atención del bebé con Alexis y Kevin.
—Pues... cuando conocí a Cristiano el fútbol paso a segundo plano, todo lo que quería era estar a su lado pero el club en el que jugábamos no renovó mi contrato y yo decidí que lo mejor era dejar el fútbol y mantenerme al lado de mi destinado —Chicharito suspiró nostálgico mientras desviaba su mirada hacía Cristiano con quién cruzó miradas, el portugués lo señaló y entre los tres (contando a sus hijas) le hicieron un corazón con las manos —Además estaba cansado de malos tratos y de que todos estuvieran tan pendientes de mis errores. Incluso Memo lidia con eso, parece que el mundo sólo nos culpa a nosotros por lo mal que juega el equipo cuando es responsabilidad de todos.
—¿De qué hablas? —Messi se extrañó de eso último.
—En estos momentos su carrera depende de un hilo, es obvio que no fue su culpa el quedar descalificados pero es muy fácil buscar culpables en vez de soluciones.
—Él no me ha dicho nada de eso —dijo quedito mientras veía como Memo se encontraba tan tranquilo y feliz apesar de todo.
—Y no te dirá nada hasta que te ganes su confianza, te puedo recomendar algo. Ya no lo culpes más, intenta comprenderlo pues nunca en su vida alguien se ha sentado con él a hablar sobre lo que siente.
—¿No confía en mí? —aquello le dolía, saber que su omega no confiaba en él hacía crecer una espina en su corazón que le impedía sentirse bien.
—Te seré sincero, no confiará en ti apesar de todo. La marca que tienes es sólo una prueba más de su inseguridad, se siente tan insignificante a tu lado que eso le impide hablarte de como se siente o dime ¿Te contó de que pasó con la afición cuando terminó el partido contra Arabia?
Messi se quedó callado sintiéndose abrumado por todo lo que Chicharito le decía, él sólo se había estado preocupado por sus propios sentimientos incluso cuando sabía que había quedado descalificado sólo le había importado saber quién le había regalado flores cuando era obvio que Memo sólo quería llorar.
Chicharito no dijo más, notaba que quizás la había cagado un poco diciendo eso pero sabía que Memo no iba a dejarse ayudar y que iba a tratar de poner barreras entre Messi y que bueno, el argentino no es bueno adivinando cosas amenos de que intuya alguna jugada meramente futbolística.
—¿Crees que lo logré?
—Si, el mismo me hizo esa misma pregunta hace mucho tiempo. ¿Sabes? Le gustas desde hace mucho tiempo podrías inciar compensandolo por esperarte tanto tiempo.
El llanto del pequeño cachorro de Chicharito hizo que saliera corriendo a su auxilio pues ya lo habían fastidiado. Memo entonces regresó al lado de su alfa, el cual se veía algo decaído.
—¿Te sientes bien? Si quieres podemos irnos. Se que tienes cosas que hacer mañana con tu selección —preguntó preocupado mientras se agachaba para estar a su altura.
—No te preocupes, estoy bien. ¿Tú cómo te la estás pasando?
—Bien, sólo estoy algo preocupado —Messi entonces deseo poder disimular de la misma forma que él sus sentimientos.
—¿Por qué?
—Andrés dijo que se encontró con Rafa y que lo invitó, sólo que cómo tú y él no se llevan bien pues no quiero que te sientas incómodo.
—¿Rafa? —preguntó extrañado, ese nombre no le sonaba para nada y mucho menos recordaba haber conocido a algún mexicano que le cayera mal —Estás confundido.
Memo tenía un gesto extraño en el rostro pero decidió dejar de lado el tema al ver cómo Chicharito regañaba a Alexis y Kevin por haber hecho llorar a su cachorro.
—Mis hijas me abandonaron —lloriqueó Cristiano al ver cómo las niñas corrían felices de un lado al otro junto a los demás niños del lugar.
—Algún día tendrían que dejar el nido —comentó Messi al verlo sentarse a su lado, ver a las cachorras de su amigo se imagino tener unos propios junto al omega a su lado.
— Bueno por lo menos puedo quedarme aquí a descansar un rato, Cristiano no dejó de llorar en toda la noche y no me dejó dormir.
—¿Qué no se llama Noah? —preguntó extrañado Messi.
—Si pero si digo que es Cristiano junior se le olvidará que se llama Noah —ambos rieron cómplices, si Javier lo descubría quizás los mataría a los dos.
Un nuevo invitado llegó, traía regalos y todo el mundo se acercaba a él para saludarlo de beso y abrazo. Cristiano se dejó de reír y se puso nervioso mientras se levantaba para ir con su pareja, yéndose juntos a saludar al recién llegado.
—¡Tío Rafa! —gritó una de las hijas de Cristiano mientras saltaba a los brazos de aquel alfa.
A Messi se le hacía conocido el rostro de aquel hombre pero no sabía bien de dónde lo había visto antes. Memo fue uno de los primeros en saludar al tal Rafa y se sintió celoso al notar como hablaban tan cariñosos.
Su omega notó enseguida su mirada y algo apenado tuvo que alejarse de su amigo alfa, Rafa desvío su mirada hacía la dirección en la que estaba sentado el astro argentino y su sonrisa se borró enseguida, fue entonces que Messi lo reconoció.
— Márquez —murmuró resentido mientras fulminaba al hombre con la mirada.
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La reunión familiar se tornó incómoda uy.
Voy a publicar dos historias más, la que ya había dicho anteriormente y una Messiochoaldo, si no es hoy pues mañana.
