•Aire Acondicionado•

40 1 0
                                    

El aire acondicionado del auto estaba bastante alto, empezaba a hacer frío y más aún para la pobre Susie que no llevaba más que unos shorts de mezclilla y una blusa de manga corta.

-Tonta, debiste de haber traído el suéter.- Se maldijo internamente.

Las puntas de los dedos de su mano empezaban a congelarse y la punta de su nariz junto con sus mejillas empezaban a tornarse rojizas. No le quedaba de otra más que abrazarse a si misma para guardar el poco calor que aún le quedaba.

Pasó un tiempo y de verdad el frío ya no lo soportaba. -Philip.- Dijo Susie poniendo una mano en la pierna de Philip. -¿Puedes subir la temperatura del aire acondicionado? En verdad tengo mucho frío.-

-Frío, ¿tiene frío? ¡Pero si la temperatura está perfecta!- Pensó Philip. En realidad a el le era agradable estar a esa temperatura, no iba a dejar que Susie le diera órdenes, al menos no en su auto.

-Lo siento Susie, pero si subo la temperatura tendré calor.- Le contestó mientras quitaba la mano de Susie de su pierna.

-Uh, pero, tengo frío.-

-¿Entonces no te importo? Dije que me daría calor y cuando me da calor me irrito y pongo de mal humor.- Esta vez alzó un poco la voz.

-Pero sólo por un ratito.- Susie seguía insistiendo. -Anda, por favor-

-No.-

-Pero ¿Por qué?-

-Porque simplemente no quiero.-

-No es una respuesta válida, ¡por favor sube la temperatura.- Sabía perfectamente que ella misma pudo haberlo hecho, pero no quería que la catalogaran como una jovencita atrevida.

-Ya te dije que no.- Philip se empezó a molestar, ¿acaso a Susie no le enseñaron la palabra "No"?

-Por favor Philip, solo será un ra- - No pudo terminar lo que iba a decir, Philip la había interrumpido.

-Escucha bien esto Susie, cuando yo digo no es no y ¡no pienso cambiar de opinión sólo porque tienes frío, es mi auto y son mis reglas! ¿¡Entendiste!?- Paró el auto de golpe en un espacio que había en la carretera. Se arrepintió inmediatamente de lo que dijo cuando escuchó un sollozo.

Susie no estaba acostumbrada a que le gritaran, y empezó a soltar lagrimitas de sus ojos. Se encogió de hombros e hizo puños sus dos manos para después ponerlas juntas sobre sus piernas. Odiaba que la vieran llorar, solo soltaba sollozos y cerraba sus ojos fuertemente para evitar que siguieran saliendo lágrimas.

Un sentimiento de culpa invadió a Philip, no era su intención hacerla llorar.

-No, espera, lo siento mucho, no fué mi intención.- Dijo Philip mientras los nervios hacían que su cuerpo temblará y no supiera que hacer.

Philip acunó entre sus manos la cara de Susie e hizo que quedaran sus caras muy cerca, Philip podía sentir la respiración de Susie. Con sus pulgares acarició suavemente las aterciopeladas mejillas de Susie, y ella lo miró aún con lágrimas en sus ojos y sus largas pestañas mojadas.

Philip casi se muere de la ternura.

-Y-yo lo si-siento, perdón p-por insistir ta-tanto.-Le dijo Susie con la voz entrecortada. Él no dijo nada, solo se quedaron mirando el uno al otro. Sus rostros se acercaban cada vez más, sus narices empezaron a chocar, Philip rozó sus labios con los de Susie.

Susie terminó con la distancia.

Un beso, ambos ahora se estaban besando, movían sus labios en un compás lento pero lujurioso. Susie abrió su boca un poco más para darle entrada a la lengua de Philip, pronto se empezaron a escuchar chasquidos por parte del beso de aquellos amantes.

Fantasías de lo Prohibido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora