La infancia de Philip fué muy solitaria. Hijo de Bill Sykes y Eloise Walker, hasta ese punto era el único heredero Zoriel Walker, su abuelo.
Era hijo único y eso para algunos es "increíble", pero para él no era tan maravilloso como se pensaba, en realidad, se sentía vacío, y él odiaba eso.
Para empezar, desde que tiene uso de razón, no tiene recuerdos de una mínima muestra de afecto por parte de sus padres, de hecho, lo único que recordaba de ellos, era como su padre salía a trabajar todos los días y como su madre se la pasaba en fiestas o reuniones en su casa. De su abuelo era igual, incluso un poco mejor, cuando lo veía se la pasaba enseñándolo a jugar ajedrez o simplemente Zoriel le hablaba a Philip sobre la carga que era llevar la empresa familiar y de cómo algún día esa responsabilidad sería suya.
Para nada le gustó su infancia.
La adolescencia pareció mejorar, empezó a involucrarse en la empresa, o más bien, empezaron a empujarlo a la empresa, y de algún u otro modo se terminó acostumbrando a la rutina de siempre: Ir a la escuela, regresar a casa para cambiarse de ropa, ir a la empresa, regresar a casa y dormir.
Y todo eso lo repetía siempre, paso 1 año, pasaron 2, pasaron 3, hasta que, sin darse cuenta, habían pasado 7 años.
7 años de monotonía y una vida... ¿Agradable? No, en realidad era una vida seca y lineal, no le pasaba nada interesante al ahora joven adulto Philip. Tenía 25 años, 25 años de hacer siempre lo mismo, a este punto Philip deseaba algo, no, a alguien más bien, alguien que hiciera que su vida se pusiera de cabeza, que hiciera sentir mariposas a su estómago, que hiciera que su corazón latiera rápido, alguien que lo hiciera sentir caliente con tan solo un roce y que estuviera dispuesta a cumplir cada capricho y fantasía de Philip. Simplemente deseaba a una mujer que fuera solamente suya.
Pero oh querido Philip, debes tener cuidado con lo que deseas.
Philip era un tanto quisquilloso en la apariencia física que quería en una mujer, tenía que tener el cabello castaño, ojos azules, labios gruesos (pero no tanto) y rosados, tenía que ser más bajita de estatura que el, y debía tener unas curvas increíbles. Un poco exigente el muchacho ¿no?
En realidad, el nunca pensó que llegaría una mujer así, pensó que se quedaría solo y amargado, siendo esclavizado por la empresa que sería de él.
Nunca pensó que llegaría ella, que llegaría la mujer que tanto deseaba y mucho menos pensó que esa mujer sería Susie.... Su prima.
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Una prima, tenía una prima. Ni siquiera él se lo esperó, sabía que su tía Chrissie había tenido un romance adolescente con un tal Tobías, pero nunca le habían dicho que había quedado embarazada y mucho menos que había tenido a esa bebé. Tenía 5 años cuando su tía Chrissie regresó a casa, y todo volvió a ser "normal", (aunque de normal realmente no tenía nada).
Ahora se encontraba en la sala de aquella mansión, nervioso por conocer a la nueva integrante de la familia, sin duda alguna Philip estaba perdido en sus pensamientos, hasta que alguien interrumpió eso.
