04. Alfa.

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Hace un año y medio, haberse peleado con su novio a JiMin le habría dado igual, era lo normal, pero hace un año y medio, su novio no era Jeon JungKook, al contrario que ahora que siente que le arrancan el corazón con la idea de que su novio esté enojado con él. Desde que lo conoció enloqueció, o eso le gusta pensar, quiere creer que estando en su sano juicio no habría sido tan imbécil de pedirle salir a un chico que en aquel momento tenía 15 años teniendo el más del doble de su edad, pero miente, no enloqueció, nunca estuvo más cuerdo que ese día que lo invitó a comer después de entrenar, porque ese chico lindo con sonrisa de conejito le hacía sentir querido con solo mirarle y eso era algo único, así que, para conservar eso, le mintió, dejó de mentirse a sí mismo y empezó a mentirle a él, para tener una cita más, para verle sonreír de nuevo, para ser el causante de ese bonito color rosa que tomaba sus mejillas siempre que le robaba un beso.

Antes de darse cuenta de lo mucho que había caído por él ya había tejido una red de mentiras alrededor de su relación y había comenzado a salir con un menor de edad ¿En qué estaba pensando? Seguía intentando convencerse, por sobre todas las mentiras, de que estaba haciendo una locura, aunque solo estuviese dejándose llevar por lo que le hacía feliz.

- ¡No puedo creerlo! – replicó Rosé, su secretaria y amiga - ¡Estoy feliz por ti! – chilló como loca emocionada.

- ¡Soy un pedófilo!

Secretaria, amiga y cómplice en un crimen, la relación perfecta ¿Verdad?

-Ay, no exageres…- le restó importancia con un gesto de su mano.

-No exagero, es en serio ¿Qué estoy haciendo?

-Dejarte llevar un poco por tus propios deseos antes de convertirte en un solterón amargado- respondió ella cruzando las piernas en su sillón, para ponerse más cómoda -Venga, tu padre es la persona más genial que conozco, tu madre es tan enérgica que pareciera que tiene veinte años menos y tu hermano sacó lo bueno de ambos, tú tienes que luchar contra ser el amargado en una casa llena de gente genial, suéltate el pelo de vez en cuando.

- ¡Que es menor de edad!

-En un par de años no lo será.

- ¿Crees que voy a durar años con él? – le preguntó y aunque la intención era que sonara irónico, porque le parecía imposible durar ese tiempo con alguien, imposible cuando todas sus relaciones nunca duraban más de cinco meses, pero incluso si lo consideraba imposible, solo consiguió que se escuchase duda en su voz.

Quería lo que representaba JungKook en su vida, quería dejarse llevar por lo joven que le hacía sentir mentir sobre su edad y tener citas locas, no le gustaban esas cenas en las citas a ciegas, siempre con el mismo objetivo “¿Vamos a intentarlo o no? Quiero que esto funcione.” En esas cenas no eran dos personas conociéndose porque hubiesen sentido alguna conexión, solo dos extraños con beneficios que obtener de una posible relación, y no quería más eso, está harto de la pretensión escondida tras rosas y bombones; quiere esos besos, esos abrazos, esas conversaciones sobre cómo estuvo su día, quiere un mensaje de buenos días que termina en una carita sonriente y un “te quiero” de buenas noches que siempre termina con un osito y un conejito, quiere a JungKook, porque todo eso solo puede imaginarlo con él, porque es todo lo que le ha dado, porque le enseñó ese mundo de detalles que no tienen nada de extraordinario, excepto por la maravillosa rutina que forman cuando se juntan y la forma en que le arropan el corazón hasta que se desborda de amor.

Así que se concentra en esconder todo lo que pueda destruir su fantasía hecha realidad, vive un día a la vez y antes de que pueda darse cuenta, ha pasado más de un año y medio.

-Rosé…- la llama cuando vuelve a su oficina de una reunión con su padre y los proyectistas de la empresa - ¿Tengo algún mensaje?

-Sí, la señora Choi llama para preguntar por qué dejaste plantada a su hija en el restaurante del hotel Imperial ayer.

Con amor, tu futuro | TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora