Envidia||||Las Joyas De La Princesa

cap. 5

Me encontraba en mi habitación triste por la perdida de mi hijo, no es justo, pero dime ¿Que lo es? Mi niño... Me llegue a encariñar tanto con el, aún que no es mi hijo realmente. Llevo un vestido negro, la emperatriz y la 1° concubina se quejaron ante el emperador por lo de sus habitaciones, obviamente los guardias no dijeron nada. Ahora me encontraba enviando una carta a mi fiel compañero, el futuro duque Raymond. Ordene que prepararan mis cosas que me planeaba quedar allá unos días y prepararán mi carruaje. Me encontraba alistando me, pero en eso ingreso Ariana

-¿ Que pasa Ariana? .- pregunté aún que ya sabía maso menos lo que pasaba - ¿Por qué estás molesta?

-¡Tu! ¡Ingresaste al cuarto de la emperatriz y solo para romper sus cosas! -  afirmó ella- Y no me vayas a mentir ¿¡Quién te crees que eres tú!? ¡Tu eres una mera concubina!

En eso ingreso el emperador, ya que al escuchar el escándalo decidió ver qué pasaba, yo simplemente no le conteste a la princesa.

- Me entere que cambiaste tu nombre y que a ahora eres Briana... Pero ahora respóndeme, ¿Es verdad lo que dice Ariana? - Pregunto serio- 

- Si su majestad, me he cambiado el nombre. Y respondiendo a su pregunta, niego todo de lo que me acusa la princesa -dije seria-

El emperador iba a decir algo, pero en eso ingreso mi niña y dijo que tenía que hablar de algo urgente conmigo.

- Mamá, necesito que me digas la verdad... ¿Tu le hiciste eso a la habitación de la emperatriz? -pregunto con su mirada fija en mis ojos-

Solo pude asentir ante su pregunta

- Lo hice por despecho, estaba furiosa, pero no te preocupes mi niña. Ellos pronto pagaran por lo que le hicieron a tu hermano, voy a irme de viaje y volveré en unos días - dije seria-

En eso Nell se acerco y me dijo que ya era momento de que nos fuéramos, fui a su lado, y nos dirigimos al reino de Galdeon, tierra del viento y la abundancia. Antes de partir me informaron que la princesa iría a un país del occidente, imagine que iría para convencer a Haun Baek para que sea parte de su joyero.

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Al llegar me dieron la bienvenida, todos me conocen en este reino, ya que he venido en varias ocasiones. Ingrese al palacio y vi al rey, Raúl Goldblackrose, sentado en un sillón que valía mucho al parecer, a su lado se encontraba Raymond, mi lindo zorrito, se ve tan lindo cuando se viste elegante.

- La belleza de Arbezela, la que incluso rebasa a la de las princesas - dijo Raymond besando mi mano-

- Oh, Raymond sabes que conmigo no va ese apodo -dije un poco nerviosa-

- Claro que le queda muy bien, madame -dijo sonriente-

-voltee a ver al rey e hice una reverencia- Es un placer conocerlo mi rey-

- El placer es mío, he escuchado mucho de usted, la gran belleza de Arbezela - dijo sonriente-

- No tiene porque llamarme por ese simple apodo que me pusieron, su majestad - dije un poco nerviosa y avergonzada de como me llaman-

- Claro que debo, los rumores no mienten, usted es una diosa -dijo sonriente-

Solté una pequeña risa nerviosa y mire a Ray

-Ray, querido ¿Me puedes llevar a mi habitación? -dije mirándolo un poco incomoda-

-Como lo desee, mi señora -dijo sonriendo y dirigiéndose a la puerta-

-Me reverencie ante el rey- Nos vemos más tarde, su majestad-

-Nos vemos más tarde señorita Briana y no es necesario que me llame su majestad, solo llámeme Raúl -dijo sonriendo-

-Si, su majes- digo Raúl -dije devolviéndole la sonrisa-

Me retire junto a Ray, me estaba llevando a la habitación, pero en eso me acorralo contra uno de los muros. 

- ¿Qué crees que haces? mi lindo zorrito -dije sonriéndole- 

- Quiero hacerle disfrutar como aquella vez, quiero que me haga gritar tanto que no pueda articular palabra, como aquella noche... -dijo mirándome a los ojos-

-No podrá ser esta vez mi lindo zorrito -dije viéndolo seria- Tenemos que asistir a un banquete en un rato

- Pero ¿usted no esta aburrida de aquellos lugares aburridos? - pregunto curioso-

-Si, pero se lo que conlleva mis objetivos y si es necesario tenerte en abstinencia, lo hare -dije viéndolo seria- Así que estos días no se podrá mi zorrito o ¿Cómo te gustaba que te llame?... Mi pequeña y linda zorra -dije sonriente en su oído, me aleje de su lado y camine un poco- Vamos Ray, estoy un poco cansada y aún falta que me aliste y Nell le pedí que me esperara en la habitación... -dije lo ultimo en un susurro-

Al llegar le pedí a un guardia que llevara a Nell a la habitación donde me quedaría y le dije a el que me esperara ahí hasta que llegara. Ray me siguió guiando a mi habitación, al llegar abrieron las puertas y le dije a Ray que nos veíamos en un rato. Ingrese a la habitación y vi a Nell sentado en la cama, los primeros 3 botones de su camisa abiertos y no llevaba puesto su saco, me sonroje un poco y me acerque, le sonreí, me vio y me rodeo con sus brazos, es tan cálido, en eso me asuste, ya que sentí como sus lagrimas caían en mi hombro. 

- Mi lobito ¿Qué pasa? ¿Estás bien? -Dije preocupada, mientras acariciaba su cabeza-

-Me vas a dejar de lado... -sollozo-No me dejes... Por favor... Mami -dijo mientras lloraba-

-me sonroje y bese su cabello- Mi lobito... No te voy a dejar, lo juro. Sabes que te amo y mucho, nadie podrá reemplazarte, eres único, eres lo mejor que me paso (además de mis hijos) -me senté en la cama con Nell aún abrazando lo y lo senté en mis piernas-

Le hice cariño hasta que se calmo y me recordó que teníamos que alistarnos, ya estábamos llegando tarde. Me coloque un vestido color azul mar, me coloque unos artes colgantes de oro con rubíes rojos, un collar pequeño que hacía juego con los artes y cuando terminé me encontré con Nell en la puerta y lo vi con un traje de negro, se veía tan sexi, es que aparte de eso se veía hermoso, era como si hubiese sido creado por los dioses...

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Bueno, espero les guste el cap. hice lo mejor que pude. Estoy en la ultima semana y ya van a terminar mis exámenes, así que dé repente publicare más caps.