DETRÁS DE LA CABAÑA
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Theo salió del ala del hospital unos días después de ser atacado, completamente recuperado y listo para emborracharse en la próxima fiesta de Gryffindor.
No había visto a Marlena en un par de días desde que regresó a la sala común de Slytherin, pero Theo estaba empezando a extrañarla, a pesar de que preferiría morir antes de admitirlo en voz alta.
Sus amigos lo habían dado la bienvenida con impaciencia entre abrazos y atención, pero la verdad era que Theo no estaba acostumbrado a ese tipo de afecto y terminó abrumado un poco, lo que le hizo que ahora estuviera vagando por todos los territorios de Hogwarts por su cuenta, fumando un cigarrillo y tratando de disfrutar de algunos minutos de privacidad y soledad.
Apreció el interés que sus amigos pusieron en él, eran sin duda las personas más importantes de su vida, pero se estaría mintiendo a sí mismo, ya que no admitió que su infancia traumática había tenido un impacto en cómo veía y reaccionaba al afecto. Además, el hecho de que Di Luca no se viera en ninguna parte también lo había frustrado interiormente, tanto el hecho de que no la hubiera visto como el hecho de que le importaba tanto esa maldita chica.
Cuando Theo llegó a los límites de la escuela, justo donde estaba la cabaña del profesor Hagrid y donde comenzó el Bosque Prohibido, Theo pensó que sería una gran idea sentarse allí y disfrutar de su privacidad. Sabía que Hagrid no estaría allí en ese momento porque estaba con Willow y George en el lago, así que se acercó a la cabaña con la esperanza de tener unos momentos para sí mismo.
Pero, como de costumbre, la suerte de Theo no estaba de su lado, y tan pronto como la parte trasera de la cabaña apareció a su vista, distinguió a una figura femenina familiar que también fumaba un cigarrillo, disfrutando de la soledad. Ella estaba allí, con sus botas de combate, sus vaqueros negros y su chaqueta de cuero, porque, por supuesto, Marlena Di Luca tuvo que aparecer justo cuando menos lo esperaba.
Theo pensó que la mejor opción era darse la vuelta y volver al castillo, incluso si era lo último que quería en este momento, pero era demasiado tarde para eso, ella ya lo había visto. Y ella le estaba dando una de esas sonrisas arrogantes de ella mientras pisaba el cigarro ue acababa de tirar al suelo.
—Buenos días, Nott —habló con esa voz que había estado fija en la mente de Theo durante semanas y semanas,—. ¿Ya te has cansado de follar con chicas con novios peligrosos?
Theo arqueó una de sus cejas, burlándose y acercándose a ella lentamente.
—Sí, ya no me apetece que me maldigan por la espalda —suspiró irónicamente—. Es mucho mejor tener un trío con Cedric Diggory y Cho Chang, ¿no crees?
Marlena jadeó, evitando sus ojos verdes. Ella lo había estado evitando durante las últimas semanas porque, sorprendentemente incluso para ella, tan pronto como supo que se había follado a otra chica, había sentido un extraño pellizco en el estómago que solo podía significar celos, y no le gustó. Ella lo despreciaba tanto como despreciaba la idea de que le gustara Theo. Entonces, para calmar la discusión en su mente donde uno de sus lados dijo que era estúpido seguir impidiéndose de roncar a Theo y el otro dijo que no podía imaginar a ese mocoso de Slytherin, había distraído su mente con el sexo. Uno de sus métodos de escapismo favoritos.
—Tal vez —dijo—. ¿Cómo lo supiste? No se lo dije a nadie.
—Blaise. Puede parecer tranquilo, pero conoce todos los chismes que hay alrededor de Hogwarts.
—¿Estás celoso, Nott? —Ella se burló de él.
—¿Yo? No, Diggory es un buen tipo, pero no es tu tipo —jugó su juego. Mejor que nadie lo había jugado antes.
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𝖳𝖧𝖤 𝖬𝖮𝖮𝖭 𝖨𝖭 𝖧𝖨𝖲 𝖤𝖸𝖤𝖲 | 𝖳𝖧𝖤𝖮 𝖭𝖮𝖳𝖳 +18
RomantikSe suponía que a Theodore Nott no le gustaba en lo más mínimo la mocosa rica y rebelde de la mejor amiga de su mejor amiga. Siempre había expresado cómo despreciaba todo lo que tenía que ver con Marlena Di Luca y cómo la chica de Gryffindor sería la...