Capítulo 1

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La joven hija del duque estaba mirando atentamente por la ventana. El bello paisaje que había en Obelia se estaba recobrando de a poco. Pero... eso no cambiaba el tema de que sería nombrada emperatriz en unos meses.

Al final, lo que dijo su hermano era cierto. Ella quedo comprometida con el emperador Claude al necesitar una emperatriz. Y como su prometida debía estar en el palacio imperial como futura emperatriz.

Odiaba esa idea.

Odiaba tener que estar cerca de ese hombre.

Odiaba tener que estar ahí para arruinar todo.

Ella no quería ser la emperatriz, solo quería...

¡Ver el adorable romance de Claude y Diana!

Ugh... el mundo la odiaba. Ella sería la emperatriz que ni siquiera debía existir, además, de todos los mundos en los que pudo renacer ¡debía renacer en el mundo de Obelia!

Solo quería vivir tranquila como hija del duque, casarse con alguien y vivir relajada el resto de su vida.

¡Ja!

La emperatriz tenía más tareas que una profesora, tenía el doble, no, casi tenía sus deberes multiplicado por veintiuno. Y ella que deseaba estar tranquila todo el día leyendo, comprando o durmiendo.

>>¡No quiero ser tu maldita emperatriz! ¡esa tiene que ser Diana!<<

Pensó, llorando mares en sus adentros. Y ella que amaba el ship incluso más que a el chocolate, lo que era algo casi imposible.

Miro de nuevo hacía la ventana, y logro notar que ya estaba en el palacio imperial, para su mala suerte.

Miro al pelirrojo con curiosidad, él iba caminando al lado suyo para guiarla hasta donde estaba su primer husbando

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Miro al pelirrojo con curiosidad, él iba caminando al lado suyo para guiarla hasta donde estaba su primer husbando... digo... su futuro esposo por política.

Estaba nerviosa, no lo podía negar, pero... ¡¿qué pensaría de ella Diana?! ¡ella se convirtió en la emperatriz de Obelia cuando ese puesto debió haber sido de Diana!

Maldecía ser la emperatriz, ¡el puesto lo merecía Diana!

Alzo la mirada para encontrarse con la fría mirada de el emperador de Obelia, ¡oh maldición! ¡estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Claude estaba al frente suyo!

Debía relajarse, después de todo, ella era su prometida y futura emperatriz ¿no?, no podía matarla sin razón.

-Gloria y bendiciones al sol de Obelia.- dijo la joven un poco nerviosa

-Así que tu eres Elizabeth D'iane..... interesante- murmuro el frío emperador mirándola de pies a cabeza-. Felix te dará las indicaciones.-dijo y se fue

-¿Ah?

¿Acaso el muy descarado de Claude acababa de abandonarla? ¿A su futura emperatriz?

Bastardo....

¡𝐍𝐨 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐒𝐞𝐫 𝐋𝐚 𝐄𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐫𝐢𝐳! || Princesa EncantadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora