Volver a empezar

Capitulo 2

The cut that always bleed- Conan Gray

John se encontraba sentado mientras revisaba algunos papeles que le había dado Adrion para el tema del divorcio. Eran todos los posibles resultados que podría tener, algunos eran más beneficiosos que otros.

Aunque en todos debía compartir la custodia.

Suspiro mientras se dejaba caer en el sofá, realmente deseaba que después del divorcio ya no tuviera que verle la cara a Zirian pero no podía negarle el derecho a Jake que viera a su padre.

Estaba cansado, cansado de este matrimonio.

Si tuviera que describirlo lo haría con dos simples palabras. Pesadilla y tortura. Tal vez algunas personas dirían que estaba siendo muy exagerado, pero era la verdad ...por desgracia.

Los primeros días no fueron tan malos, se ignoraban mutuamente y a la vez se toleraban, el comienzo de todo fue cuando sus suegros empezaron a insistir en tener un nieto. Creyó que las cosas irían cuesta arriba con el embarazo pero fue todo lo contrario, Zirian ni siquiera se preocupaba por el estado del bebé y los síntomas comenzaban a afectar a John.

Necesitaba sentirse protegido,sentir que estaba a salvó y solo quizás … amado, en su desesperación solo siguió a sus impulsos.

Recuerda haberse lanzado de las escaleras cuando apenas cumplía tres meses del embarazo, todo con tal de llamar al menos un poco de atención del contrario, en aquel incidente todos se preocuparon por él y dejaron todo para atenderlo de inmediato.

Todos menos Zirian.

Al salir del hospital, cuando se encontraron lo primero que Zirian hizo fue darle una bofetada para luego decirle unas palabras que aún siguen siendo una espina.

"Idiota ¿Acaso pensaste en matar a mi heredero?"

Por un momento John había olvidado la razón de su matrimonio.

El día que nació Jake, John anhelaba con todo su corazón que por una vez el peliazul estuviera para él. Más no se presentó, hasta el día siguiente.

"Magnífico, misión cumplida"

Aquellas palabras hicieron sentir a John como si no valiera nada, como si todo el tiempo solo hubiera sido una incubadora artificial.

"Ya cumpliste con tu papel. ¡Felicidades!"

A Zirian solo le importaba el beneficio de tener un hijo, para el John no tenía un papel relevante en su vida.

Así que ya no tenía sentido intentar ser una pareja perfecta. Después del embarazo todo siguió empeorando, su esposo no solo lo hacía a un lado sino que también hacía comentarios desagradables sobre su apariencia.

"¿No crees que estás un poco gordo?"

"Santo Dios, parece que me case con un cadáver"

"Si vas a ser mi pareja al menos asegúrate de verte bien"

"¿Quieres avergonzarme frente a todos vestido así?"

"Lo único bueno de ti, es tu cara"

Aunque trataba de ignorarlos siempre hallaban la forma de resonar en su cabeza en cada oportunidad. Todo ese desprecio solamente lo guío al nuevo mundo de los desórdenes alimenticios.

Duro casi un año y medio con bulimia, no fue hasta que su padre se dió cuenta de su estado, había bajado muchísimo peso. Entonces lo llevo con un psicólogo quien no solo le detecto el desorden, también le había diagnosticado una depresión severa.

Principalmente causada por anteriores eventos.

"¿Sigues intentando llamar la atención? Que patético" Fue lo que dijo el peliazul cuando escucho lo sucedido.

Estaba en el borde del acantilado, listo para darse por vencido. Pero aún no podía rendirse, su hijo lo necesitaba.

"Quiero el divorcio, he encontrado a mi destinado así que esto ya no tiene sentido"

Fue entonces que aquellas palabras sonaron como una salvación.

Una salvación para ambos.