I'ɱ α ϝυƈƙιɳɠ CɾყBα๖ყ | [ 𝘴𝘩𝘪𝘳𝘢-𝘣𝘢𝘣𝘺 ]

∿ ƈɾყ ﹗ ๖α๖ყ 𓂃⿻

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꒦꒷⩩  They call you "Cry baby, Cry baby" but you don't fucking care.

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El rubio se encontraba llorando en el suelo, con algunos, delgados, hilos de sangre saliendo de su boca, manchando la blanca loseta de aquel color carmesí. Los chicos a su alrededor solo se burlaban del chico llamándolo "Llorón", entre carcajadas mientras lo señalaban. Un silencio repentino se hizo presente de la nada.
Deidara alzó la mirada y se topó con unas miradas llenas de desprecio y asco por parte de sus agresores, comenzó a temblar cuando sentía como todos se acercaban cada vez más a él, con un paso lento, decidido y bastante pronunciado.

Y de un momento a otro, regresó a la realidad, a lo que realmente estaba pasando, los chicos continuaban riendo mientras mantenían su distancia, aún tenía demasiado miedo como para moverse, lo único que pudo hacer fue abrazar sus piernas mientras que las sensaciones de que su corazón se estrujaba y sus lagrimas no dejaban de brotar comenzaba a abrumarlo.

― En ese momento, y antes de que le pudiese lanzar las tijeras que tenía en la mano, la melodía del timbre para ir a clases comenzó a sonar.― Vayámonos, chicos, antes de que llegue el protector de la rubia llorona.― Dejó caer las tijeras y, junto a sus compañeros, salieron de aquel cuarto; en el cual guardaban las cosas de limpieza, dejando solo al rubio.

― Levántate...― Se dijo así mismo mientras secaba sus lagrimas con las largas, y arrugadas, mangas de su sudadera, estaban bastante maltratas y estiradas, pues habían sufrido de tirones, rayones, raspones y cortes; tanto por parte de Deidara como de sus agresores.

― ¿Deidara?― En ese momento la puerta se abrió y entró el profesor del menor, se le veía algo preocupado y a la vez extrañado, pues se preguntaba que es lo que estaba haciendo en el cuarto de limpieza.― ¿Qué haces aquí?

― Amm... Yo... Y-Yo...― Un nudo se formo en su garganta, impidiendo que las palabras salieran, nuevamente comenzaron a brotar lagrimas de sus enrojecidos ojos; haciendo que todo se viese borroso para el menor, su temblorosa voz comenzó a quebrarse; haciendo que las pocas palabras que lograba soltar fueran incomprensibles. Estaba asustado y bastante nervioso. ― Me ca... Stim... San...

― Tranquilo, no tienes que decírmelo justo ahora, puedes decirme cuando estés más tranquilo, ¿Quieres ir a la enfermería?― Se acercó al menor y posó una de sus manos en la cabeza de este, dando pequeñas caricias para que se lograse tranquilizar― ¿O prefieres llamar a tus padres para que pasen por ti?―

― ¡N-No! Uh... Gra-Gracias, pero no... Am... Estoy bien, es solo que... M-Me sentí un poco triste de la nada y... Vine a esconderme aquí pa-para que nadie me-me viera llorar― Torpemente, trato de cubrir el tenue color rosado que recubrió sus mejillas al sentir las caricias que el hombre frente a él le proporciono.― Se-Será mejor ir con-con los demás... Pa-Para la clase, ¿N-No cree?