Capítulo 1. Tentación

66 3 0
                                    

Situémonos en contexto, era una noche de tantas, en las que un joven pro héroe quería un rato de diversión, con sus cabellos dorados desarreglados, con una chaqueta de cuero que lo cubría del frío, una camisa azul, un pantalón ceñido a sus piernas, luciendo unos tenis cómodos.

La noche era avanzada, pero él solo tenía en mente embragarse y relajar a su gran ídolo, "amigo" y compañero de trabajo, Endevor o civilmente conocido como: Enji Todoroki, padre de familia de cuatro hijos, oficialmente desde ese día divorciado de Rei Himura, mujer que retomo su apellido de soltera una vez divorciada.

Obviando este hecho, por más esfuerzos de Enji puso de su parte por años desde que Rei fue internada por intentar salvar su matrimonio, se vio totalmente fracasado cuando ella meses después de ser dada de alta le dijo las deprimentes palabras de: Pensé que podría amarte con el tiempo, pero después de todo creo que me he mentido todos estos años, necesito seguir sanando, siempre estaré para nuestro hijos, pero ya no te quiero a mi lado, adiós Enji.

Y después de seis largos meses, henos aquí, creo que incluso hasta este día aún conservaba la idea de que Rei se retractaría, una pena, veinticinco años, casi toda una vida al traste, con una sola firma, el recién divorciado rodeaba esa idea, tantos recuerdos más malos que buenos venían a su mente, sintiéndose una mierda sorbo a sorbo que daba a su quinta jarra de cerveza tal vez.

Keigo por su parte se veía alegre en la pista, disfrutando de la música, regresando cada tanto a ver a su compañero de juerga quien se veía más deprimido con el transcurso de la noche, harto de la situación, llamo su atención sentándose a su lado.

Keigo: Valla el señor sonrisas, parece que se ha quedado sin pila.

Enji: Y parece que tú no sabes cuándo cerrar la boca.

Keigo: ¡Cuanta agresividad!, Nadie adivinaría que estas recién divorciado.

Enji: ¡Hawks¡... no estoy de humor.

Keigo: Ese es el punto, has pasado encerrado, entrenando, pelando, pero solo te he visto descansar y relajarte cuando sales a hablar con tus hijos.

Enji: Soy el héroe N°1, tengo sentido de la responsabilidad no como otro que tengo enfrente de mí.

Keigo: ¿Debería ofenderme?, porque entre el llamado "irresponsable" y quién es el sujeto consiente mayor que el mencionado, tan responsable ha aceptado por voluntad propia seguirlo a un bar, en el que se a embriagado con más de ¿7? Jarras de alcohol, repito la pregunta ¿Quién es el verdadero irresponsable?

Enji: ...No debería estar aquí.

Keigo: En esa idea te apoyo, vas a mover tu musculoso y sexi trasero a la pista de baile conmigo y nos divertiremos como manda el viernes ¡Hasta el amanecer, viejo!

Enji: ¿Me llamaste viejo?

Keigo: Y sexi, conste que para eso necesito 6 más de las que has tomado y apenas voy dos así que siéntete afortunado, ¡Ven muévete conmigo!

Enji: ¡PERO QUE!...

El pelirrojo no pudo seguir hablando, siendo llevado a rastras por el travieso de su compañero, al inicio era renuente a moverse, intentando copiar los movimientos diestros de su "amigo", se sentía muy torpe, visualizando a tantas jóvenes chicas y chicos que seguían con la mirada los meneos de Keigo estaba a nada de rendirse, buscando la mejor excusa para escapar de ese lugar, pero sintió como si el alado leyese su mente posando intensamente sus ojos sobre él, se acercó demasiado cerca de Enji, acercándose a su oreja susurró lentamente de manera casi seductora al gusto de Enji.

Keigo: ¿Cuándo fue la última vez?

Enji: ¡¿Qué?¡

Keigo: Estas muy tenso~ deduzco que no habías bailado desde que te graduaste tal vez...relájate, no es una batalla, solo estamos bailando en una discoteca de mala muere... tu y yo.

Mientras decía esto Hawks rozaba sus manos a la espalda y brazos de su acompañante en intención de relejar al gran "Endevor", disfrutando del tacto de unos buenos músculos de su héroe favorito, la idea de estar haciendo algo así, guiando a bailar al orgulloso Enji dibujo una sonrisa inconsciente que solo aumento de tamaño al levantar su vista a un sonrojado compañero.

Keigo: ¿Qué pasa "tomatito"?, ¿Te pongo... tan nervioso?

Enji: ¡Keigo!, ¡Estás muy cerca!

Keigo: Solo quiero que te dejes llevar... con la música, relájate no pienses, solo es un baile...E-N-J-I.

La mente de Enji estaba en descontrol echando la culpa a el alcohol, la depresión, la música o a lo mejor la influencia de su animado compañero, que con cada movimiento ante la música se sentía más... libre, la voz que lo deprimía se callaba, los recuerdos de Rei se empañaban; dejándolo únicamente a merced de su descontrol con alas, tan alegre, su gran compañía/oyente de penas con quien había pasado todo, tanto caos de su vida como supuesto "adulto respetuoso y responsable ".

Esa felicidad que provenía de la des complicación de la vida, se había sentido tan presionado toda su vida cuando joven, la idea de perder el tiempo de esta manera era inaceptable, 25 años después helo aquí con Keigo.

Debería perturbarse, reprocharse, que mierda debería hacer ahora que parecía su vida derrumbarse, pero a su mente difusa imposibilitaba pensar en el mañana solo visualizaba a Keigo, su voz chirriante, sus ojos curiosos, sus bellas alas, su cuerpo bien formado y su jugoso trasero peligrosamente cerca de su entre pierna...

¡Que se joda la vida!

Enji: ¡Keigo!, para.

Hawks: ¡¿Eh?¡

Enji: ¡Nos vamos!

Hawks: ¿Por qué?, si aún es temprano to-ma-ti-to. Dijo riéndose entre dientes al burlón apodo.

Enji ya no lo podía resistir más, esa coqueta boca que solo reía y dedicaba molestarlo quería callarla, que estuviera sobre él, que clamará por su nombre, que lo que quedaba de noche solo gimiera de placer, quería hacerlo suyo esa noche.

Lanzándose a besarlo, Keigo había parado de reir.

¡Que carajos estaba pasando!, él era consciente de su coqueteo, pero tenía el propósito de molestarlo o animarlo a que fuera a por alguien, no pensó por un segundo que le correspondería, el sueño de todo fan ya estaba cumplido con estar a su lado, ser su amigo y compañero pero llegar a este punto físico, era demasiada suerte.

El beso era brusco y torpe, pero no dejaba su intensidad, que con una ligera mordida, Keigo había aceptado la lengua de Enji, esa pequeña batalla por el control era totalmente dominada por Endevor, sintiendo un golpe de emociones tan confusas como lujuriosas, que con cada beso deseaba salir de allí y continuar donde sea.

Enji dejo de besarlo apartándolo lentamente dejando solo un hilo de saliva como registro de lo sucedido.

Enji: ¿Aún tienes ganas de estar aquí, pa-ja-ri-to?

Hawks sintió como le habían devuelto toda su jugada, lo peor es que no deseaba darle la contra, por lo que agarrando la mano de Enji con toda la suerte y valentía que tenía fueron juntos a la salida.

Pensó inicialmente llevarlo a su apartamento, pero recordó de alguien más que sabía de esa dirección, esta sería una larga noche y no quería la visita usual de flamas azules que terminaban en su gran mayoría en otras instancias, interrumpiendo.

Enji: Keigo... ¿Alguna vez lo has hecho en un callejón?

!Quedate!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora