Mi Captor // Hopekook

Capítulo 4

No supo cuanto tiempo estuvo inconsciente, pero cuando despertó sintió un dolor de cabeza que lo traía mareado, apenas abrió los ojos varias personas con trajes de policías corrieron a auxiliarlo, fue horrorizante caminar entre los cadáveres de los alumnos que acostumbraba a ver por los pasillos cada día. Ahora se encontraba en una ambulancia cubierto con una manta, le habían hecho un chequeo general y no tenía nada salvo el dolor.

-¿Tú nombre cielo?- preguntó amable una de las oficiales al acercarsele.

-Jeon Jungkook...-

-Perfecto, ya estamos contactando a los padres de los sobrevivientes, pronto vendrán por ti- le informó antes de marcharse, dejándolo de nuevo sólo.

Veía como varios sobrevivientes lloraban desconsolados por la pérdida de sus amigos o compañeros, él no podía, ninguna lágrima salía de sus ojos, no tenía a quien llorar si la única persona que estimaba era su amigo, el que lo había mentido y violado.

-¡Jungkookie!- de pronto un escalofrío recorrió su espalda al escuchar justamente esa voz.

El pelirrojo corrió hasta donde se encontraba antes de fundirlo en un abrazo que le sacó el aire.

-¡Joder estaba tan preocupado por ti!- exclamó, notandose la angustia en su voz casi al borde del llanto. ¿Habría sido todo sólo una pesadilla?. -¿Estas bien? ¿Te hicieron algo esos infelices?-

El mayor tomó entre sus manos el rostro del pequeño, acunando sus mejillas entre las palmas, sus ojos se encontraban de nuevo del color marrón que los caracterizaban, no tenía dudas, ese era SU Hoseok.

-Y..Yo...- sus ojos se cristalizaron en un segundo, el labio inferior le tembló anunciando que iba a llorar, todo había sido un mal sueño cuando quedo inconsciente, de seguro se había desmayado del miedo al esconderse. -Hy..Hyung... Tuve m..mucho miedo Hoseok hyung-

-Ya Kookie... Estoy contigo, ya estás a salvo- lo abrazó de nuevo dejando que se refugiara en su pecho, lloró todo lo que necesitaba entre los brazos del mayor, aferrándose a su abrigo. -Tuve tanto miedo de perderte pequeño, pensé.... Diablos por un momento pensé que te habían lastimado-

-¿Co...Cómo escapaste tú hyung?- preguntó entre leves sollozos que sacudían sus hombros.

-Llegué tarde a clases, tuve que buscar mucho un lugar para estacionar y cuando llegue al colegio las puertas estaban cerradas.... Sólo escuché el tiroteo y los gritos de los alumnos, joder, no sabía que hacer, entonces fui hasta la policía- explicó pausadamente mientras acariciaba los cabellos castaños de su doesaeng.

-Es una suerte que estés bien... Si algo te llegaba a pasar no sé que haría- susurró el menor sin separarse del pelirrojo, le relajaban las caricias que daba a su coronilla, haciéndole cerrar los ojos asimilado, ya había tenido mucho de ese día.

-Lo mismo digo por ti Kookie, eres muy importante para mi- dicho eso dejó un beso en la frente del menor, dejando que dormitara en su pecho.

Pasados varios minutos los padres del castaño llegaron a recogerlo, ahora mismo iba en la parte de atrás del auto siendo abrazado por su madre mientras su padre conducía, ambos contándole que no habían logrado dar con los terroristas culpables del ataque a su escuela. Al parecer abrirían una ardua investigación para hallarlos, pero lo veían poco probable porque fueron tan limpios aquellos asesinos que no habían dejado siquiera una huella.

Jungkook no escuchan ni la mitad de lo que decían sus padres, sólo quería llegar a su casa, encerrarse en su cuarto y tirarse a su cama para dormir hasta el día siguiente. Todo había acabado al parecer, pero había algo que lo mantenia intranquilo, no sabía descifrar de que se trataba, sólo le parecía que no todo había terminado. Pero sólo eran pensamientos suyos terminó por creer, los terroristas no estarían interesados en un mocoso como él, no había nada de que preocuparse ¿No?.

Una vez llegó a su casa se dio un baño caliente para poder relajar su cuerpo, se colocó su pijama y no tardó en dejarse caer a su cama, así mismo terminó por quedarse dormido incluso con las luces encendidas.

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Cuando su reloj que reposaba en la mesita de luz marcó las 02:15 se despertó de golpe, se sentó con prisa en la cama respirando jadeante, había tenido una pesadilla de nuevo con su amigo y el ataque a su escuela. Trató de tranquilizarse mientras observaba la hora que era, se quitó las mantas soltando un suspiro. Su garganta se sentía seca por lo que se puso de pie para encender la luz de su cuarto, que raro, pensó que la había dejado encendida al dormirse, de seguro sus padres la habían apagado al irse a dormir.

Salió en silencio de la habitación caminando descalzo por el pasillo, bajo las escaleras antes de atravesar la sala de estar para llegar a la cocina. Una vez hubo tomado un vaso entero de agua se dispuso a volver a su cuarto, pero de golpe una conocida melodía de llamada resonó antes que saliera de la cocina.

Su rostro palideció al reconocer esa canción, era la típica música de acción que adoraba de sus películas de Advengers, el soundtrack que sonaba de fondo en cada pelea, la que había puesto como tono de llamada en su teléfono. Y aunque eso pareciera completamente normal, él había perdido su teléfono en el colegio, cuando despertó de su estado de inconsciencia no había logrado encontrarlo por ningún lado.

Volteó hacia de donde venía la melodía, acercándose al refrigerador que era el lugar, con pasos lentos se movió hasta tomar el manijar del electrodoméstico. De un tirón abrió la puerta, encontrando entre las botellas de banana milk que amaba desayunar su celular que vibraba amenazando con caer de su soporte.

De hecho eso fue lo que sucedió, el artefacto cayó desde su lugar haciéndose añicos por la altura en la que estaba, porque Jungkook no tuvo el valor de tomarlo, mucho menos ver el remitente y atender la llamada. Había comenzado a hiperventilar, sus piernas le flaqueaban y sabía que pronto iba a desmayarse, giró sobre sus pies cerrando con fuerza el refrigerador, si llegaba a la habitación de sus padres estaría a salvo, pero cuando llegó a la sala chocó contra un cuerpo maduro que lo hizo retroceder hasta caer de culo. Con pánico levantó la vista encontrándose con el causante de sus pesadillas, entonces lo vio.

-Hola pequeño...-

Entonces Jungkook supo que nada había sido un sueño, que todo lo que temía era real.