Mi Captor // Hopekook

Capítulo 2

-¿Qué me... vas a hacer?- cuestionó bajito el chico que se encontraba ya atado de manos.

-No sé, tengo varias ideas- rió leve el hombre que aún no se descubría el rostro, aunque segundos después se quitó la gorra dejando ver su cabello completamente rojizo.

-¿Quién eres?..- preguntó sin dejar de mirarlo, lágrimas bajando por sus mejillas del miedo que sentía.

-¿No me reconoces?- cuestionó el más alto, bajando hasta quedar de cuclillas delante del menor. -¿Verdad que sólo parezco de 18, no?- soltó una risa sin dejar de mirar al castaño que sólo tenía confusión y duda en sus ojos.

Pero cuanto el mayor se quitó el cubrebocas los ojos del pequeño se abrieron al máximo, y es que no podía creer de quien se escondía detrás de la gorra y mascarilla.

-Hoseok hyung...- susurró su nombre sin salir aún de la sorpresa que le abordaba.

-Así es, no nos vimos en todo el fin de semana Kookie, lamento haberte arruinado el examen, sé que estudiaste mucho- se disculpó con tranquilidad, como si eso fuera lo más grave de la situación.

-¿P-Por qué?..-

-¿Por qué no? ¿Qué me impide hacer lo que estoy haciendo?- preguntó está vez el pelirrojo, llevando una mano al mentón del más bajito. -Lo vengo planeando hace un año, me metí a estudiar aquí haciéndome pasar por un chico inocente de 18 años... Tengo 23 en realidad- reveló con una sonrisa antes de ponerse de pie.

Jungkook no creía lo que escuchaba, más bien no creía quien se lo decía, aquel chico que creyó su amigo por varios meses, el único que le hablaba dentro de las paredes de aquel edificio, quien solía ayudarlo con las tareas que a veces no entendía, e incluso quien tenía una personalidad radiante para todos, una sonrisa que jamás se le borraba del rostro.

-De...Déjame ir...- susurró al ver que el mayor comenzaba a desabrocharle la chaqueta del uniforme hasta quitarsela, cortando la zona de sus muñecas antes de arrojar la prenda lejos. -Por favor Hoseok, no quiero- suplicó, pero el contrario hacia oídos sordos a sus súplicas.

-Boca abajo- ordenó el mayor, ayudando a su víctima a recostarse, pegando una de sus mejillas al suelo mientras sus rodillas mantenían su cadera levantada. -Estoy tan ansioso de hacerte mío-

Una mano se coló entre las piernas del menor que dio un brinco al exaltarse, sus mejillas se pusieron rojas al sentir su miembro siendo acariciado por encima de su pantalón.

-Sabes que no soy gay Hoseok... N..No me gusta- trató de negarse, pero no podía moverse mucho por las ataduras de sus manos.

-¿De verdad? ¿No te gusta?- preguntó el pelirrojo en su oído con voz ronca. -Pero si siento tu amigo entusiasmarse con mi mano...- soltó una risa sin dejar de acariciar al menor, bajando de a poco sus pantalones junto a su ropa interior.

-No...-

-Mira esto, ya estás duro Jungkookie- rió el mayor tomando de golpe el miembro del castaño para masajearlo de arriba a abajo. -Usaré tus propios fluidos para lubricarte- susurró rascando la punta, manchando sus dedos con el líquido preseminal del menor.

-P...Para... Por favor de...detente- pidió el castaño, su voz fallandole al hablar, siendo interrumpida por los jadeos que salían de sus labios.

Era verdad que no era gay, hasta ahora siempre creyó que le gustaban las mujeres, se lo había comentado a Hoseok en más de una oportunidad; pero la forma en la que era acariciado su miembro lo estaba enloqueciendo, esa mano subía y cuando bajaba hacía temblar sus piernas.

De pronto sintió como dos dedos acariciaban la punta húmeda y rojiza de su polla, cubriendose con la humedad mientras no dejaba de ser masturbado. Una vez estuvieron lo suficientemente húmedos el mayor acaricio su entrada virgen con uno de ellos, hasta que comenzó a hacer presión intentando entrar.

-No... Hoseok te lo su..suplico no lo hagas- volvió a pedir en vano al sentir la punta ingresar de forma lenta en su interior. -Se siente asqueroso- se quejó al sentir el dolor punzante tan característico de la primera vez.

-Si se siente asqueroso... ¿Por qué gimes?- preguntó con un tono burlón mientras insertaba del todo su dígito en el menor.

Jungkook mordió su labio inferior con fuerza tratando de acallar sus jadeos, pero cuando sintió que Hoseok comenzaba a mover su dedo de adentro hacia afuera una presión se instaló en su vientre alertando que estaba cerca de su orgasmo inevitable.  No quería correrse al ser tocado por otro chico, menos al haber sido engañado de tal forma.

-¿Por qué me haces esto?..- preguntó tratando de distraer el vaivén de esa mano, y por suerte se detuvo, porque de lo contrario ya se habría corrido.

-¿Cómo que por qué lo hago?- preguntó casi con confusión -Porque te amo, era esto o matarte- declaró como si nada dejando perplejo a Jungkook.

No supo que decir, se quedó en silencio al no encontrar la respuesta que estaba buscando, pero de golpe sintió como ingresaba en su interior otro dedo que lo tomó por sorpresa.

-¡Ah!- un gemido para nada varonil se le escapó de los labios al sentir que ambos dedos recorrían su cavidad trasera.

-¿Qué ocurre Kookie?- preguntó el mayor sonriendo de lado al escuchar ese sonido. -¿Se siente muy asqueroso?- cuestionó con burla.

-S..Si... Es asqueroso- aseguró su víctima, tratando más de convencerse a si mismo que a su captor.

-¿Seguro?- rió leve ante la negación del castaño, quien siempre se había caracterizado por ser bastante terco.

Entonces metió aún más sus dedos curvandolos dentro del interior de Jungkook, alcanzando un lugar que el menor ni siquiera sabía que existía, pero que envío un escalofrío por todo su cuerpo, erizando sus vellos y arrancandole otro gemido agudo.

-Uh si, que asqueroso- admitió el mayor con tono sarcástico al escucharlo.

Volvió a repetir la acción, tocó de nuevo aquel lugarcito recibiendo la misma respuesta de su víctima. Tan sólo tres toques más y el menor terminó por correrse sobre el piso del salón.

-Vaya... Te corriste tan sólo con sólo hacerte dedos- rió leve el pelirrojo retirando sus dedos del interior de Jungkook.

-E...Eres un infeliz...- dijo el castaño con recelo mientras trataba de regular su respiración intranquila.

-Pues ahora es turno de este infeliz que ha hecho que te corras-