_Capítulo 0_Süße Träume_

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En algún lugar de Japón hay un pequeño niño de cuatro años, acompañado de su adorada madre. Ambos están sentados en dos bancos de metal pulido, clásicos de los consultorios médicos; sin embargo, la madre no para de subir y bajar su pierna derecha nerviosamente, demostrando con ello, y su sudorosa expresión, que algo le causa temor, o tal vez preocupación, si no es que ambos.

Ignorante de la actitud de su progenitora, el pequeñín juega con una figura de acción con su brazo izquierdo, pues su mamá le tiene sostenido del dominante, al mismo tiempo que menea su alborotada melena peliverde, y se mece de un lado a otro. Todo mientras esboza, entre los pliegues de su blanquecina piel pecosa, una sincera y gran sonrisa de emoción esperanzada.

¿La razón de sus acciones? No puede ser otra más que su sometimiento tardío a uno de los procesos más comunes de este mundo: el registro civil de quirks.

Normalmente, en los inicios de los cuatro años de edad más del 99% de los niños manifiestan un "superpoder", denominado quirk, don, kosei, particularidad o singularidad. En la mayoría de los casos éstos no son muy fuertes, o tan siquiera útiles, al punto de que, a pesar del caos que causaron en sus primeras apariciones, por tiempos allá del 2067, son vistos como un carácter más, como la inteligencia, el color de piel, alguna marca de nacimiento, etcétera.

 En la mayoría de los casos éstos no son muy fuertes, o tan siquiera útiles, al punto de que, a pesar del caos que causaron en sus primeras apariciones, por tiempos allá del 2067, son vistos como un carácter más, como la inteligencia, el color de ...

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[Imagen ilustrativa. Edición de una captura de pantalla del primer episodio, de la primera temporada, del anime de My hero academia]

No obstante, las excepciones siempre han existido. Desde su aparición se han dado casos de personas que nacen con koseis útiles, o incluso, y en menores casos aún, dones dignos de las historias más fantasiosas y aterradoras, ya fuese por la propia naturaleza del quirk, o por las despiadadas decisiones de su usuario. Era más que evidente que "algo" pasaría tarde o temprano.

Las leyes y procesos legales para la regulación de estas singularidades no se hicieron esperar, aún cuando el mundo apenas se recuperaba de guerras modificadoras de territorios, acaecidas por la caída del imperio con el potencial más destructivo de la historia, el alguna vez llamado Estados Unidos de América.

A pesar de las medidas tomadas, fue imposible difuminar el caos entre el orden. Los criminales y los "pasados de listos" no tardaron en combinar sus respectivos quirks con sus actos de desesperación y/o egoísmo; la palabra "villano" fue rápidamente redefinida para ser el nombre de pila de estos criminales que usaban sus dones.

Al final, y como en tiempos de los 2000, el mundo está en una relativa paz, permitiéndole a la madre del peliverde estar únicamente preocupada y molesta por la absurda y larga espera de los resultados del análisis médico, los cuales le revelarán el porqué de la no aparición del don de su hijo; cosa que no sería de que mortificarse, si tan solo no faltarán casi cuatro meses para su quinto cumpleaños, edad a la que nadie nunca ha presentado un don.

|---Narra Inko Midoriya---|

Demasiado tiempo, demasiado tiempo... Simplemente es demasiado tiempo el que llevo esperando a ese doctor gordo. Siempre he sido una persona con mucha paciencia, sobre todo con mi pequeño y único consentido, Izuku, pero esto ya es el colmo. No solo vine 1 hora antes a la consulta, sino que también me aseguré de que tuviera cita con el mejor doctor del hospital en la materia, o bueno, me dijeron que es el mejor, pero a este paso creo que hasta podría catalogarlo de practicante de medicina, o interno, ambos son términos igual de despreciables para lo que pido.

Izuku, el héroe nacido con el don A.F.O. [AU con OCs. LN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora