"Si me tuvieran que decir que muero en tres meses, no haría nada...
Me dedicaría a mirar como decaigo poco a poco mientras escribo un libro de todo aquello que marco mi vida este año...
No fue un año normal, aprendí muchas cosas, una de las que marcó mi vida en todo su corto camino, fue saber que siempre sería la persona excluida.
Esa persona del grupo de la que nadie se daba cuenta que nada iba bien con ella, nadie entendía su silencio y sus 'Estoy bien' eran olvidados dejándolo pasar. En la sociedad era tal mezcla de agua y aceite, la sociedad siempre sería aquella agua inmensa y "pura" mientras que el aceite... El aceite representaba lo espesa y densa que era su vida, no era igual a los demás y la palabra 'normal' nunca había estado en sus oídos.
Aquella gota de agua que caería en un caliente aceite creando una reacción de sufrimiento y dolor mientras se evaporaba de forma instantánea sin ningún remordimiento.
Era un amplio campo de rosas blancas que perfectamente conservaban su patrón, pues... Siempre estaba aquel error en la mitad de todas, un error color carmesí provocando que fuera cortada para así no estorbar en aquella sociedad capitalista.
Siempre sería aquel cero a la izquierda que nadie contaba, pues raro sería escuchar 'Cero cinco' ¿Acaso era una lotería?
Siempre sería aquella persona que simplemente no se haría notar sola, siguiendo en aquella sociedad en la que sabía nunca encajaría por lo mal que se sintiera ante los demás... Nadie lo sabría.
Siempre estaría sola abrazada a la oscuridad esperando, así como aquellos tres meses que faltaban la devoraban por dentro... No quedaba nada, pero quien lo notaría, pues vacía ya estaba y nadie lo notaba..."
