Prólogo

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Ambos se miraban fijamente sin pronunciar una sola palabra. Jack tenía su expresión de seriedad, sin quitarla, mientras sujetaba ese filoso objeto por su mano. 

Trickster le sonreía y soltaba unas pequeñas carcajadas, cómo si se estuviese burlando de lo que parecía ser su víctima. 

Esto enfurecía aún más al chico. Tenía hartas intensidades de apuñalarlo, una y otra vez, más aún así no hacía nada. Solamente estaba estático, y amenazando con su arma. 

—¿Qué harás con ese cuchillo, Jack?—cuestionó el payaso.—No estarás pensando en intentar matarme, ¿O si?—dijo, antes de verlo a la cara.

No sabía si contestarle o no, y simplemente asintió sin pensarlo, frunciendo los dientes levemente. Jack estaba más que seguro de su decisión. 

En ese Bosque Oscuro, se reflejaban esas 2 figuras. Jack, a punto de tener a su disposición de asesinar a Trickster, y al mismo personaje, solo que no aparentaba tener temor.

—¡No te atrevas a retarme, o te juro que te arranco el brazo en partes con este cuchillo!—exclamó Jackwise, alzando el brazo bruscamente.

—Intenta amenazarme, porque no lo lograrás con ese inofensivo cuchillo. ¿Quién crees que soy? ¿Un Miedoso?—terminó con preguntas el demonio, al reír sigilosamente. 

—Sigue intentando Jacky, porque tarde o temprano te darás cuenta que estás cometiendo un grave, pero muy grande error. Eras un patético y yo te transformé en lo que eres ahora.—volvió a hablar el payaso, nuevamente con otra risa, que fue interrumpida. 

¿Por qué fue interrumpida?

Pues, al momento de esa diminuta risa, Jack no lo soportó más. Corrió velozmente en contra de Trickster, hasta el punto de darle el primer golpe con el Cuchillo, perforando el traje de este.

El Chico, gritaba con más fuerza, con cada apuñalada que le daba al Payaso, mientras la sangre le manchaba por su rostro, llegando así hasta alrededor de los Ojos. 

No paraba de hacerlo. Había hecho lo que más anhelaba. Matar a Trickster. 

Eran más duros sus cortes, ese líquido carmesí poco a poco atravesaba el Pasto, y salpicaba algunas plantas, y por fin se detuvo. 

Dejó un gran rastro de la sangre, tanto en el traje de esa figura vestida de ese personaje, con un gran hueco en el estomago, hasta en los caminos del lugar. 

Jackwise, al terminar con esas frías y ásperas apuñaladas, escuchó cómo el payaso trataba de respirar, tosiendo incluso su propio líquido. 

El Color Rojo se pintó en los labios del payaso. Se levantó un poco, arrastrando al pobre chico hacia el, solo para decir esto. 

—Creo..... Que esto....... Fue todo.—dijo cortante. El Payaso hablaba así por el dolor de cada hueco.—Jack, solo quiero decirte una cosa. Qué tengas una buena vida, si puedes..... Aunque ambos las destrozamos.—y así, con esa última frase, cayó nuevamente al área verde.

Trickster había muerto, y cómo evidencia de su existencia, se encontraba su cadáver, completamente hecho trizas, sobre todo por ese Líquido espeso que sobresalía de los agujeros.

Su expresión que le quedó lo decía todo. Jack lo había lastimado mucho. 

El Chico, al ver esta escena, no tuvo más opción que botar el cuchillo a lo más cercano al cuerpo del payaso, mientras las palabras de ese fenómeno, se clavaban en su cabeza. 

Una vez más, y con las últimas fuerzas, Trickster lo volvió a culpar. 

¿Por qué? ¿Por qué destrozó su vida? Claramente todo fue obra de ese Payaso.

Leave me Alone | Jackwise ClownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora