hidden village

2.

En los límites de la ciudad, se encuentra la espesura natural del bosque al que todo el mundo le teme. La oscuridad se apodera de este por las noches mostrándose imponente, junto a los árboles que endulzan suavemente tu oído si estás lo suficientemente cerca.

Con pasos lentos, un pequeño niño caminaba en su interior, dejándose llevar por las voces.

(•••)

Si en los periódicos existiera el horóscopo, definitivamente hubiese dicho que sería un mal día para los Capricornio.

Al despertar, cada chico se fue a su respectivo hogar, donde se preparaban para un nuevo día de trabajo. El comienzo de un nuevo día como cualquier otro, con una ligera brisa mañanera y gallos cantando el comienzo de un nuevo día. Kim tiene una pequeña punzada en el pecho.

Él realiza su rutina de todos los días, su trabajo es realmente demandante, haciendo que sus días libres sean increíblemente escasos. Su pequeña casa se sentía vacía, a pesar de tener un diseño minimalista y de buen gusto, Taehyung se sentía mareado sólo de quedarse en casa, acompañado de las sombras que habitan en los rincones de su hogar.

Al culminar de darle forma a su cabello desordenado, se siente bonito para salir: Está recién bañado, con una ligera esencia de rosas y sus hermosos cabellos peinados, de tal manera que se veía naturalmente elegante. El pensamiento le dio una ligera pizca de emoción en su corazón al mirarse en el espejo de su baño. ¿Yoongi creería que se ve bonito?

Pasa llave a su puerta y está dispuesto a dirigirse hacia su destino habitual. El incio de su día había comentado oficialmente. Las calles tenían personas yendo y viniendo: niños a la escuela, hombres y mujeres caminando hacia su trabajo y algunos ancianos que hacían trabajos de agricultura. ¿Podían culpable si esto le hacía sentir ligeramente fastidiado?

Al emprender camino, cruzó diferentes calles y casas, donde saludaba casualmente a una que otra persona conocida, dándose cuenta nuevamente de lo asfixiante que podía resultar una rutina, sintiéndose en una burbuja de plástico, corriendo a donde quisiera, pero sin embargo encerrado.

Llegando al edificio de periodismo, divisó a cierto hombre de baja estatura y cabellos plateados, y simplemente no puede evitar sonreír como colegiala al mirarle. Se acerca a saludar a Yoongi, con un suave abrazo y deseándole un buen día.

- Espero que hayas dormido bien anoche, los chicos eran realmente intolerables al hablar dormidos - Yoongi sonríe ligeramente, mientras mira a los dos chicos llegar detrás de Taehyung.- No me dejaron dormir en toda la noche, en cambio tú parecías estar muerto.

- Pff, no exageres, Yoon, no los escuché hablar en ningún momento de la noche

- ¡Oiga, hyung!- el par de hombres logró reconocer la voz de cierto híbrido de ciervo . Venía en compañía de Yeonjun, como la mayor parte del tiempo.- ¿Estaban hablando de nosotros? Ustedes jodidamente no pueden dejarnos.

- Si, hablábamos lo feos que se ven durmiendo - explica Taehyung con cierta diversión en su voz.- no pueden dejar de babear como unos bebés.

El grupo de hombres ríe con ligereza, adentrándose a un nuevo día de trabajo.

Sintiendo el ambiente ajetreado del espacio laboral, cada uno empieza a ejecutar sus labores, a excepción de Taehyung que se dirige hacia la oficina de su jefe pasando junto a sus compañeros de oficio, revisando que deberían cambiar de edificio. Era realmente estrecho.

Al llegar a la puerta de roble con un cartel que apuntaba que ahí se encontraba el jefe, procedió a dar dos toques suaves con intención de ser escuchado. No mucho después, en el interior se escucha una voz chillona indicando que pase. Dando vuelta al cerrojo, pasa a la oficina de tonos neutros y acompañada de algunos gaveteros y plantas, con un escritorio color crema lleno de papeles, y detrás de este se ubicaba su jefe: un hombre joven, híbrido de perro con cabellos rubios acompañados de unas pequeñas orejas con pelaje del mismo color. Tenía una sonrisa en su rostro, mirando al recién llegado.