- Kookie, ¿crees que algún día podamos jugar juntos? El bosque se ve tan lindo.
En algún pequeño lugar de Japón, Kim Taehyung hablaba. Sus ojos apreciaban a detalle las orejas de conejo que resaltaban entre los arbustos a la vista en el bosque. Hipnotizado por el bonito color azabache de estas, se preguntó cómo se sentirán entre sus dedos.
- ¡Oh, estoy seguro que si! Mi padre dijo que cuando sea grande, podré jugar con quién quiera.- una voz infantil exclamó con entusiasmo.- ¡Y yo quiero jugar contigo, tae! ¡Eres el niño más lindo que he visto, quiero probar tus bonitos ojos!.
Al mayor siempre le encantó kookie, era un niño muy curioso y con unas orejas que jamás había visto en nadie. Creía que, cuando pudiera ver su rostro, podría enamorarse.
Sin embargo, kookie siempre fue un poco raro: le gustaba hablar de lo lindo que era tae, y con eso, hacia comentarios fuera de la comprensión del pequeño Taehyung. Kookie quería tomar sus ojos o sentir sus dedos, teniendo uno de recuerdo, ¡él quería hacer collares de dientes de leche! Pero esto sólo podía ser un poco raro, ¿Cierto?..
Nada de lo qué preocuparse.
Taehyung se asentó en la tierra y comenzó a dibujar con sus dedos en la tierra un pequeño corazón. Complacido dé su pequeño trabajo, sonrió nuevamente hacia los arbustos con orejas de conejo.
- ¡Juguemos y seamos felices por siempre, kookie!.- el castaño esbozó una sonrisa, enseñando sus lindos dientes.- ¡Aunque pasen muchos años, estemos juntos por siempre!.
A la semana siguiente, kookie no apareció como solía hacerlo todos los días, ni los días siguientes a ese. Yeonjun le dijo que era mejor así, porque podría aparecer un gran monstruo con ese niño del bosque y comerlo; Huening sólo dijo que tenía mucho miedo de ese chico, que sus ojos rojos en los arbustos lo hacían llorar.
Sólo prevalecía la muerte al aventurero que quería saber más de lo debido. Eso nunca cambió.
Al pasar el tiempo, el pequeño niño creció y se convirtió en todo un adulto, consiguió a escondidas un hermoso novio y un trabajo estable que le apasionaba cuando las cosas implicaban que podrían silenciarlo de por vida. No obstante, jamás olvidó a kookie y todo lo que implicaba.
( •••)
El espeso bosque se cernía amenazadoramente en la oscuridad, los árboles retorcidos como manos retorcidas extendiéndose como para arrebatar una presa. Ya instalado el campamento, el frío emergió rápidamente entre el vacío de la noche.
Taehyung miró alrededor nerviosamente, con sus sentidos alerta por alguna razón. Su corazón latía nervioso, sintiendo algún animal acechando el lugar. Mientras esperaba cualquier señal de movimiento de sus amigos, se dedicó a admirar la oscuridad de la noche. La luna no estaba para acompañarlo esta vez.
Parecía una aventura divertida y reveladora cuando salieron, creyendo que habría alguna revelación impresionante al entrar, que encontraría respuestas a preguntas sin fórmula, pero ahora una profunda inquietud se había asentado en sus huesos. ¿La magia se estaba desvaneciendo?.
- Qué estupidez, necesitamos hacer una fogata y estamos a oscuras.- replicó Yeonjun, con fastidio.-
- Creo que traje el faro de luz, con eso podemos buscar algo para hacer fuego.- sugirió el chico con astas.- yo puedo quedarme acá para cuidar el campamento.
- El campamento seguirá ahí, no me gusta la idea de que te quedes solo.
Kai tanteó bruscamente la figura de Yeonjun, buscando sus mejillas para apretarlas.

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hidden village
Fanfiction"los árboles susurran dulces palabras, Taehyung". Necesita saber la verdad, y eso le costará muy caro. - Prefectura Yamanashi, 1953.