hidden village

4.

"Si hubieses tomado mi mano antes de marchar, tal vez sería distinto ahora."

El ambiente no daba señales de corrientes de aire, no como el sol cuando colgaba sobre su cabeza e incomodaba. era familiar. Sus manos se encontraban con la corteza de los árboles, escuchando susurros a través de este. Todo era tan conocido y nuevo a la vez.

La luz comenzaba a disminuir por cada paso, dejando al grupo de pie ante la noche. La pesada oscuridad se cernía en sus hombros y comenzaba a pesar. Taehyung podía sentirlo.

El tiempo había pasado volando, y se sentía como en casa. Tal vez en casa con familia disfuncional.

Yeonjun ya había armado la tienda de acampar con ayuda de su novio, buscaron algunos troncos y piedras para sentarse y podían sentir sus músculos tensar con todo el trabajo. Los tres estaban compartiendo un poco de pan y agua, discutiendo acerca de sus siguientes actividades.

- ¿Crees que tus astas han crecido más?.

- No creo.

- Estás más lindo que de costumbre.

- Los niños del pueblo dicen que eso significa que te pusieron los cachos, Yeonjun.- intervino Taehyung.- en este caso las astas.

- ¡No puedo creerlo, Kai!, ¡Estás engañándome!.- puso una mano en su pecho, con fingida decepción.- ¿¡Es con ese chico del departamento de papelería!?

- ¿Qué estás hablan.- fue interrumpido entre risas.

- ¿¡Ooh, seguro te gusta cómo acomoda esos documentos, cierto!? ¡Sus dedos llenos de clips para..! ¿¡Demonios, qué hace alguien en un lugar tan aburrido!?

- oh, dios, mi estómago...- Taehyung ya se había echado al suelo, tirando carcajadas al aire, con dolor en su estómago de tantas risas.-

Se concentraba en el ambiente tanta felicidad y serotonina, gritos y gran alboroto, sólo amigos de toda la vida pasando el rato en un sitio donde no deberían estar.

Una risa se había escuchado en eco.

El silencio había caído como un yunque desde el cielo, sus ojos se abrieron al tope, paralizados. El grupo sintió que su corazón dio un vuelco mientras un sudor frío le corría por la espalda. Podían sentirlo en la parte posterior de su cabeza, arrastrándose lentamente hacia el frente. Sus cabezas se volteaban a ver a los otros, buscando una respuesta inexistente. Nadie se atrevía a soltar una palabra.

- El eco..- se permitió hablar Kai, temblando.- pudo haber sido el eco.

Ninguno replicó, intentando convencerse.

(•••)

[12:33AM]
En alguna parte.

Sus manos rasgaban lentamente el hueso en sus manos, sacando la carne restante adherida y el sonido retumbaba en ecos por la habitación. Aquella vela temblaba de pavor, encendiendo con su cabeza todo en aquel lugar.

- Oh, mi chico está aquí al fin, padre. ¿No crees que es un sueño hecho realidad?

Le tomó meses aceptar completamente el hecho de que no está muerto. Ese hombre está consciente. Sus manos y pies fueron mutilados hace mucho tiempo, quedando su torso y cabeza al descubierto, su boca fue adherida a una base de plata, donde el chico encendía las velas que alumbraban su habitación. La cera sobresalía de la base, quemando la piel de la cara del hombre.

Aquellas quemaduras no se molestaban en curar, decorando su rostro, ya sin molestarse en el dolor. Sus ojos quedaron sellados por la cantidad de cera caliente en su rostro, y se le permitía comer sólo tres veces a la semana. ¿Cómo podía contarse una semana? Su cabeza no se había separado del torso, debería poder hablar. Eso le había dicho su hijo.

- Estoy tan encantado, siento que no puedo detener los latidos de mi corazón. ¡Es tan emocionante!.- el chico sacudió el hueso contra la caja torácica de su porta velas, no podía contener su emoción.- vino con sus amigos también, ¿Cómo debería recibirlos? A tae seguro le gustarán esas pequeñas astas como decoración.

Una espeluznante sonrisa marcó sus facciones, haciéndolo ver lóbrego a la luz de las velas. El entorno a su alrededor totalmente oscuro le daba base a todas las leyendas que contaban de niño. Hasta sus orejas de conejo podían verse tan intimidantes. Los movimientos de sus manos pararon el trabajo, y atrajo una caja de madera mohosa hacia él, buscando los utensilios para esta noche tan especial.

- Nuestra habitación estará enmarcada con las cabezas de sus amiguitos, y dormiremos juntos como una linda pareja. Su rostro es tan etéreo, y ahora será tan tan mío.

Tomó el hacha más bonita, las pinzas más agudas y un par de cuchillos que él mismo afiló. Necesitaría unas cuantas hierbas adormecedoras, su chico necesitaría descansar adecuadamente y preparar un gran acto para él. El mayor espectáculo de diseño que habrá hecho.

- Él podrá ver mis creaciones y podría sonreír al ver lo lindas que son. ¡Oh, qué vergüenza me daría si te viera padre!.- tomó sus mejillas, balanceando su cuerpo, tímido.- fuiste mi primer proyecto, no creí que quedaras tan horrible.

El desgastado libro al final de la mesa había sido tomado, su cubierta era de cuero de algún animal, y sus hojas tenían largos escritos. Medicina, cortes, algunos ejemplos de cómo parar una hemorragia y provocar una con éxito. Haber vivido con el médico del pueblo había tenido un resultado agradable.

- Si él te viera, probablemente haría uno de sus chistes tan graciosos, ¡Reiríamos juntos y muy felices!.- el azabache suelta una ligera carcajada.

Todo lo anterior fue lanzado en un pequeño bolso que había subido a sus fuertes hombros. Su corazón quería salir por su boca y la euforia lo hacía sentir excitado, tembloroso. Pequeñas gotas de sudor bajaban por su frente, tocando sus pómulos contraídos por su sonrisa. La alfombra de piel era pisoteada por las botas del hombre, saltando con gran emoción por el lugar.

- Deseame un poco de suerte, padre.

Ese hombre no sentía sus palabras. Él era sólo un porta velas. Una pizca de conciencia pensó en la alfombra de la habitación, la cara de su hija seguía ahí todavía.

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HOLAAA!! PERDÓN POR PERDERME, tenía muchas tareas y he estado ocupada :( sé que es corto, pero el próximo episodio va a empezar lo bueno! Esperen con ansias!!!