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—¿Estás bromeando? —preguntó al aire Minho con una sonrisa irónica

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—¿Estás bromeando? —preguntó al aire Minho con una sonrisa irónica.

Jeongin había estado parado delante de él con los brazos ligeramente cruzados. Miraba atento al chico de tez blanca mientras su gesto se comenzaba a divertir. Cuando su hyung se enojaba era realmente gracioso, se eliminaba su "masculinidad" y era tierno, lindo.

Jeongin le había dicho todo lo que nunca pudo. Sobre cómo se sentía cuando lo ignoraba, sobre cuando se daba cuenta que solamente era utilizado para darle celos y que estaba harto.

Pensó un segundo si esas eran las reales versiones, si lo que decía era cierto, pero la imagen de un pelinegro, serio, que sonreía lindo, pero que extrañamente era callado, se coló en sus pensamientos mientras esbozaba una sonrisa.

—No —respondió—, no es broma.

Minho pareció enojarse bastante mientras le miraba serio. No era broma, a veces Lee se veía realmente tierno cuando hacía rabietas, pero en aquel instante la vena que sobresalía de su cuello le hacía creer que estaba muy enojado.

Bueno, no es como si todos los días, rechazaran a Lee Minho.

—¿Por qué? —preguntó aún con tranquilidad el pálido—. Oh, ya sé, ese engendro, ¿cierto?

Jeongin abrió la boca ligeramente pero después la cerró. ¿Por qué le causaba tanta molestia si solo lo estaba usando? ¿De verdad quería a Jeongin?

—¿Acaso sientes algo por mí?

Lee Minho solo pudo fijar su vista en el castaño, mientras su entrecejo dejaba de estar fruncido. La pregunta que Jeongin le había hecho comenzaba a rondar por su cabeza. Pero cuando vio a Hyunjin venir de lo lejos de un pasillo, con la cabeza baja y sus características mejillas, su mente respondió sola.

Al fin utilizaría a Jeongin para lo que en un principio quería.

Lo tomó de las mejillas bruscamente, mientras unía sus labios muy forzosamente a los de Jeongin. El otro no quería, se resistió bastante, pero una fuerza mayor le hizo quedarse estático ante el beso de Minho.

¿Sentía algo por él? ¿Minho sentía algo por Jeongin? ¿Jeongin sentía lo mismo?

Minho abrazó sin cariño al chico que había besado hacía unos segundos, y observó seguido a Hyunjin.

Así es, Minho solo había besado por conveniencia al pequeño Jeongin. Solo le importaba que Hyunjin volviera a él, que regresara a su lado para después botarlo.

Jeongin tragó duro cuando vio las intenciones que había tenido Lee al besarlo e incómodo desvío su mirada a la punta del pasillo, donde un Chan solo tenía su mirada decepcionada sobre él.

—Chan... —susurró para sí mismo mientras veía como el pelinegro se marchaba algo enojado de la escena. Intentó zafarse de Minho, pero el otro se aferró fuerte a sus hombros—. Suéltame.

Con brusquedad se soltó del agarre del chico mayor, y corrió fuera del pasillo en busca de Chan. Sus pasos eran largos, y le importaba poco chocar con alguien.

—¡Chan! —gritó cuando divisó su cabellera negra. El otro solo lo ignoró mientras seguía su camino—. ¡Detente! ¡Por favor!

El pelinegro por fin cedió a los reclamos del chico así que se detuvo. Jeongin continuó corriendo hacia el chico y cuando estuvo frente de él se tomó el estómago, recuperando el aire perdido.

—¿Qué quieres? —preguntó Chan serio. Su mirada estaba algo rota, como si de pronto un montón de cosas se le vinieran encima.

Estaba más amargado de lo normal y eso a Jeongin le hizo sentir culpable.

—Hablar contigo —respondió.

—¿De qué? ¿De cuánto lo quieres? —el sarcasmo inundó su voz mientras una sonrisa amarga adornaba sus facciones—. ¿O acaso ya te diste cuenta de que te utiliza?

¿Por qué actuaba así? Chan se veía enojado, como si de repente fuera arrancar cabezas. Chan no solía estar enojado, él era más del tipo que no hablaba con nadie.

Yang miró con duda al chico, observando detenidamente el pie que se movía impaciente en el piso. Chan estaba actuando más extraño de lo normal, como si... algo le hubiese afectado de más.

—¿Por qué no respondes? —volvió a cuestionar Bang—. ¿Sabes? Esperaba más de ti.

—¿Siquiera sabes qué estaba haciendo? —bufó Jeongin. Tiró la mochila al suelo y bajó sus hombros—. Responde, ¿sabes qué estaba haciendo antes de esa escena?

Bang le miró curioso. Aquella faceta de Jeongin era un mundo desconocido que nunca había explorado; siempre se había topado con el Yang que decía que sí a todo, ese que era extrañamente optimista a todo lo que le dijeran. Era como un rayo de sol en una tormenta desgarradora, intentaba verle el lado bueno a todo y lo lograba.

—No, no sé —negó. Se cruzó de brazos mientras ladeaba su cadera—, pero eso no importa. Lo besaste, ¿te das cuenta?

Chan era como esa nube gris que amenazaba con soltar agua y que casi siempre te lograba arruinar el día en cuanto la veías. No siempre eran malas, pero simplemente te frustraba todo. Solía verle el mal lado a todo, y no pensaba positivo. Todo era como un gran rechazo en su cara, una lluvia que caería pronto.

Para la suerte de Chan, había personas que amaban la lluvia, y Jeongin era una de ellas.

—Estaba intentando terminar con Minho.

Quería sonreír, pero no lo haría. Sentía un sentimiento de victoria en su estómago, mientras se removía hasta llegar a su cabeza, pero como siempre, su negatividad le indicó que nada estaba ganado. Jeongin pudo haber terminado con Minho, pero eso no quería decir que tuviera una oportunidad.

Ambos estaban en silencio y les importaba poco que su última clase fuera a comenzar. Compartían esas miradas que decían todo, aunque las palabras no salieran de la boca de ninguno.

—Ah, ¿en serio? ¡Vaya! —exclamó Chan en alto mientras alzaba los brazos—. ¿Eso querías decirme?

Jeongin no respondió. Se quedó callado mientras observaba a Chan. No estaba seguro sobre lo que sentía, solo sabía que Minho no le traería buenas cosas. No sabía qué era ese aquel sentimiento que se desarrollaba lentamente en él.

¿Y si estaba confundido?

—Eso creí —la boca de Chan se ladeó mientras se alejaba del lugar.

—Eso creí —la boca de Chan se ladeó mientras se alejaba del lugar

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Boyfriend ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora