CAPITULO IV: LA BRUJA Y EL HECHIZERO

30 3 0
                                    

Lo sé, sé que parece de un cuento de ficción, el poder estar de manera invisible delante de los mortales, el poder observar lo que tienes delante de tus narices sin que ningún agente externo lo note, el poder de caminar por un mar de gente sin poder ser descubierto, parece un cuento extraído de una película, pero la realidad es aquello que, incluso cuando dejas de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece.

Granmother Addams, la abuela de la familia Addams, antes de ser abuela, e incluso antes de ser nuera de Gómez Addams, siempre se llamó a sí misma "abuela" sin ser una. Vivía con su hija Morticia. Su esposo, un famoso vampiro que murió atravesado por una estaca muchos años atrás por gente que porta el apodo de "Normi". La abuela Addams es una gran hechicera y le gusta experimentar con pociones y encantamientos. Tenía una secta, donde practicaba hechizos y hacia rituales e invocaciones.

Entre la multitud sectaria había un chico joven, de cabello azabache, alto y ojos cobrizos como un tronco de árbol caído en pleno invierno, su nombre era Marck, Marck Carter.

Marck era un aprendiz novicio en la secta, fue aceptado a duras penas por el grupo, ya que no poseía grandes cualidades y era un poco tosco, sin embargo, se esforzaba por encajar y el grupo apreciaba su esfuerzo.

La secta era conocida como "Tons" que significa: "Muchos". No tenía ningún líder en su grupo, obedecían todo lo que decía Granmother Addams porque era la que tenía más experiencia y sabía de todo; ellos se reunían todos los fines de semana en un pequeño edificio abandonado cerca de la actual casa de los Addams, pues la casa pertenecía anteriormente a la abuela.

Morticia se quedaba en casa los fines de semana mientras su madre estaba con su grupo en aquel oscuro y abandonado edificio.

Entre los integrantes del grupo, había uno que destacaba del montón, su nombre era Tommy; Tommy Shelker un hechicero muy prometedor, cabello largo y lacio con ojos tan brunos como la oscuridad, aquel hombre era muy ambicioso y cuando algo se le introducía en el fondo de su crisma, ya no había vuelta atrás.

Entre los hechizos y encantamientos que hacían en aquel edificio, la abuela Addams trataba de hacer desaparecer a la gente, estaba creando una pócima para poder hacerse invisible, y Tommy entro en curiosidad.

   – ¿Qué haces Marilyn? – pregunta Tommy, Marilyn es el nombre que la abuela Addams se ha puesto para que se refieran a ella en la secta, era algo así como un seudónimo.

   – Trato de encontrar la manera de hacer invisible los objetos, he estado trabajando en esto durante mucho tiempo, y aún no he tenido éxito, pero estoy muy cerca de lograrlo ¡Lo sé!

Tommy se toma ese comentario de forma competitiva y se interesa de manera obsesiva con el tema, a él le fascinaba el pensar de no poder ser descubierto al hacer algo indebido. Tenía su propio lado oscuro, y es que él era un asesino, disfrutaba matar y torturar a sus víctimas utilizando sus encantamientos.

Tommy se puso a investigar al respecto frecuentando bares de gente de todos lados y de todas las razas.

Mesas de nogal, ocres y barnizadas, en compañía de cuatro canastos del mismo material, gente murmurando, riendo, gritando, celebrando, mientras meseros con trajes anticuados, zapatos vaqueros y mugrosos atendían en cada tabla existente, descripción acertada para aquel bar que frecuentó Tommy esa noche.

El Acosador De WednesdayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora