CAPITULO DIESIOCHO

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Rodrigo

Cuando llegue a la fiesta, el auto de Sasha estaba estacionado enfrente de la casa.

No podia dejar de recordar, como es que esa chica que vi hoy, y vi en la casa de mi prima, alla sido la misma por la cual senti cosas de crio y que fue la misma que dio una cachetada hoy.

estuve todo el resto de las clases recordando eso, sin parar. Senti un agarron brazo que me llevo hasta la pista de baile. Y ahi estaba con una sonrisa algo leve,la vi con su pelo negro y largo hasta la cintura, su piel bronceada, ojos oscuros, cintura curvada y abdomen plano su vestido que apenas dejaba ver sus casi expuestos muslos y tacones grises. Amelia me miraba con esa sonrisita y esos ojos casi brillantes con los que me miró cuando se enteró que volví.

– Pensé que lo ibas a venir – Confesó – Pero me alegra que allas venido.

– Pues ya me vez aquí, y vengo a divertirme linda – Sonreí de lado – Así que estaré disponible toda la noche

– Pues, solo para tu novia porque no soportaría verte con otra chica.

Amelia, era una chica que desde pequeños estaba interesada en mi, cuando volví me dijo que era una chica diferente y que había cambiado, haci que decidi darle una oportunidad y llevamos unas dos semanas saliendo.

Solo dos semanas y están practicando sexo.

Pues, es problema mío si lo hago.

Y porque no le dices a tu novia que te acabas de encontrar con la chica que te hace sentir mil cosas con una mirada.

Sabes, Esthela tal vez solo fue una etapa y una etapa de críos ella es una persona diferente yo soy una persona diferente, ella sigue viviendo aquí en Wistherney Milsford's , yo pasé desde los diez años en Carolina del norte. Cada uno con un camino diferente y vidas distintas yo tengo todo el derecho a comerle la boca a quien quiera. Y ahora mimos es una completa extraña

Cómo digas. Una completa extraña..

Amelia me tomo de la muñeca nuevamente para llevarme a la parte de arriba en dónde se encontraban las habitaciones, habían más personas platicando o haciendo cualquier otro tipo de burradas, y yo me estaba uniendo a ellos.

Estampe mis labios con los de Amelia, en un beso rústico, uno apasionado y rústico en dónde la ropa nos estorbaba, conduje mis manos hasta su parte trasera en dónde termine acorralando la por el marco de una de las habitaciones, subió una pierna haciendo que, yo sujetará de esta acariciandola y pasando mi mano por debajo de su vestido baje lentamente mis besos hasta su cuello, llenandola de chupetones notables de mordidas, sentí lo duro que empeze a ponerme debajo del pantalón.

«No... pero si me gustas tu» «Un gusto Rod soy Esthella».

Me aleje de Amelia de golpe, no quería recordar eso justo ahora. Ella me dió una mirada confundida

– ¿Pasa algo? – Pregunto pasándose la mano por las mejillas y por los labios. Los cuales estaban manchados por su pinta labios roja.

– Si..si – Pase mis manos por la cara algo frustrado – No estoy, muy de mucho humor voy por un trago ¿vale?

– De acuerdo te veré luego – Sin decir más de perdió entre la gente y baje, las escaleras encontrándome a mi prima en el camino.

– Vaya, vaya pensé que no ibas a venir – Entrecerro los ojos – sabes de cierto modo me alegra que Esthella te allá dado esa cachetada

La Historia Jamás Cøntada [ El lugar de las historias que nunca se contaron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora