Sentimientos y palabras no dichas

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Wednesday supo que todo iría mal cuando al despertar vio un gran cielo soleado y despejado en su ventana. Sin embargo, todo empeoró cuando recordó que ese día era el primero de la visita de padres.

Tolerar a su familia era una tarea que se hacía más complicada conforme pasaban los años, aunque no era imposible por suerte. Para ayudarse se repetía a sí misma que eran solo unas horas y eso le daba fuerzas para aguantar. Esa vez no fue la excepción, pero sí fue especialmente difícil. Sus padres estaban más cariñosos y pegajosos con ella que de costumbre, tal vez debido a que ya no estaba la directora Weems para entretenerlos.

Afortunadamente tuvo un descanso gracias a la presencia de Enid, quien no se despegó de ella en toda la mañana como si fuera su sombra. Parecía que no tenía ninguna prisa por ir a ver a su familia y Wednesday tuvo una o dos ideas del porqué, pero decidió no ahondar mucho en eso si no quería terminar en la cárcel por asesinato público. En vez de eso, prefirió fingir que era ignorante a la curiosidad y amabilidad que tenían sus padres por la mujer lobo. Tuvo sospechas, pero ya se encargaría de descartar eso con ellos en privado.

—Creo que debería irme —anunció Enid con tristeza, cuando la aglomeración de familias era tal que comenzaría a verse sospechoso que no estuviera con la suya. Eso causó que el corazón de Wednesday se estrujara.

—Esperamos que puedas visitar la mansión Addams en tus próximas vacaciones, nos encantaría tenerte con nosotros —dijo Morticia con gentileza y una sonrisa, una que estaba reservada exclusivamente para los miembros más cercanos de su familia—. Antes de que te vayas quiero darte un regalo.

Morticia sacó un collar de su manga. La cadena era de un material ligero, algo parecido a tela, y en el centro brillaba una piedra de aspecto verdoso. Enid se acercó para verla más de cerca.

—Es jade —explicó Morticia, con una sonrisa más grande—. Por su color, civilizaciones como la olmeca decían que contenía la esencia de un Dios. Está relacionada con la vida, la abundancia y la eternidad. Te doy esta para que siempre brilles y no pierdas tu camino.

El rostro de Enid mostró mucha felicidad. Su sonrisa se hizo más grande cuando le dio un abrazo a Morticia y esta le correspondió. Fue una interacción escalofriante para Wednesday, tanto que no la procesó hasta que Enid se despidió de ella con el collar puesto, prometiendo que se verían más tarde en su dormitorio. Wednesday no pudo responderle y solo la miró alejarse dando saltitos.

Aunque la sensación incómoda de ver triste a Enid se había ido, ahora otra nueva había llegado y más desagradable que la anterior. Volteó a ver a su madre malhumorada, con unos ojos que podía congelar hasta el desierto más inhóspito.

—No sabía que ahora te dedicabas a vender baratijas, madre —reclamó con disgusto. Pese a eso, su madre le sonrió cariñosamente.

—Solo a nuestra familia, Wednesday. Hay que asegurarnos que los futuros Addams se familiaricen con nuestras raíces más antiguas.

Si las miradas pudieran matar, la de Wednesday lo habría hecho. Desgraciadamente sus padres estaban vivos y no a cuatro metros bajo tierra. Por lo menos le dieron la oportunidad de apelar, ya que la miraron con expectativa. Wednesday abrió la boca para quejarse, pero desistió cuando notó sus sonrisas de orgullo. Se percató de que nada de lo que les dijera los haría cambiar de opinión. Y tal vez tenían razón.

Maldijo a su familia, a Enid, pero sobre todo a ella misma. Se odio de nuevo por ablandarse y hacerlo tan notorio como para que su familia se diera cuenta.

—Nuestro pequeño escorpión por fin ha abrazado su lado Addams —proclamó Gómez, aliviado e ilusionado cuando pensó que Wednesday no lo estaba viendo.

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2023 ⏰

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Como fuego y arañas [Wenclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora