Desperté a la mañana siguiente, mis hermanas seguían dormidas así que me levanté cuidadosamente y aproveché la mañana para hacer mi rutina diaria más rápido y tener tiempo por la tarde, pues no podía quedarme quieta después de todo lo que leí por la noche.
Luego de toda la rutina cargada con unas actividades extras que fueron apareciendo por órdenes de mi madre terminé en mi habitación luego de la comida, estaba preparando una mochila con todo lo necesario pues iba a salir un par de horas al campo o eso es lo que dije. Más muy en el fondo quería correr con todo mi ser, luego saltar, y finalmente llegar para atravesar esa línea tan delgada que separaba cielo de infierno, no importaba lo que los demás pensarán, por muy loco que fuera, más adelante lo iba a hacer aún que por ahora solo pasaría por los alrededores para medir e investigar, tomar notas, horarios, entre otras cosas sin embargo lo importante era ver qué tipo de equipo podría o no utilizar para las expediciones y exploraciones no avisadas mucho menos permitidas al otro lado, eso era lo que necesitaba por ahora, más adelante me preocuparía que riesgos se hallan del otro lado. Me estaba precipitando, lo sabía, se necesitaba más tiempo e información.
Pero bien había llegado la hora de salir, no podía retrasarme, más bien no quería retrasarme mucho menos quedarme atrás.♡♡♡
Había llegado al lugar unas horas más tarde ya que básicamente la separación de reímos quedaba al otro lado de este, cuando digo al otro lado eran fácil dos horas de camino así que mi madre estaría realmente enfadada cuando llegara a casa pues llegar a eso de las seis de la tarde cuando la cena es a las siete no le parecía en nada bueno sin mencionar que aún teníamos visitas.
Cuando termine de pensar y darle vueltas al asunto ya tenía todo mi equipo desmontado, es decir, una pequeña cámara, libreta, pluma, binoculares junto con una preciosa capa de un café tenue con detalles en carmesí muy bonitos, sacudí la cabeza pues no era hora de pensar en moda, cuando de repente escuché:-¿Has escuchado del rumor que anda en boca de los caballeros, Max?- Dijo uno de los guardias.
-Ya cállate imbécil, y deja de hablar como vieja chismosa.- Dijo el tal Max.
-Uhg- Solo pudo decir el otro.
Hubo silencio durante unos minutos más ya que ellos permanecía allí aún, personalmente si me daba curiosidad pero no era como si fuera a salir y decir, ey oigan chicos vamos cuenten el rumor a mi si me interesa demasiado. Eso sería estúpido cuando empezaron otro intento de plática nuevamente:
-Al diablo, se lo necesito contar a alguien.- Dijo el guardia del que todavía no sabía el nombre, solo pude ver qué el tal Max rodaba los ojos, gracias binoculares- me contaron que la reina pidió que estuviéramos más alerta pues viene pronto la familia real del infierno y las transferencias de ángeles al infierno comenzarán en unos meses.
Dijo ¿Transferencias? Porque yo no sabía de esto, tengo que entrar al programa como de lugar, tengo que estar más cerca del infierno aún que los representantes estarían cerca pronto quería ver con mis propios ojos las llamas ardientes y el calor como lo pintaban en la escuela, se que suena increíble pero la mayoría de los angeles no sabía cómo era el infierno a pesar de que estábamos lado a lado por así decirlo.
Justo en esos momentos los guardias retomaron camino para continuar con su vuelta, así que me dispuse a anotar lo más que pude sobre la guardia de hoy si es que lo llamaba de esa forma. Las tres horas terminaron rápido, ya no tenía nada que hacer por ende tenía que regresar para poder llegar a tiempo.♡♡♡
Una vez llegando a casa luego de guardar la moto subí a bañarme y arreglarme, para bajar a ayudar con la cena, mis planes salieron bien, estaba satisfecha con eso pues no tenía de que preocuparme, eso y mi vestido de esta noche no era tan incómodo como el del día anterior, al bajar ya estaba todo listo para la cena lo que se me hizo raro pues era un poco temprano aún.
Repentinamente oí un grito de mi madre llamándonos a mí y a mis hermanas:-Niñas, vengan porfavor!
En menos de un minuto las tres estábamos paradas en la entrada frente a nuestra madre la cual nos miro de una forma lisa, demasiado sería y dijo:
-Hoy va a venir alguien un poco diferente a cenar- Hizo una pausa que no me agrado mucho-Quiero que los traten bien y con respeto, pero no quiero que hagan amistades con ellos pues no son del agrado de nuestro reino, que les quede muy claro, ustedes son las princesas, la luz del reino y por nada del mundo tienen que establecer lazos con estas personas y mucho menos conversación con más de 40 palabras.... Espero que entiendan.
Y con esto dio media vuelta y abrió las grandes e imponentes puertas con magia.
Un instante después de que se abrieran revelaron al otro lado a tres figuras altas e imponentes, una en especial muy intimidante las tres vestían elegantes con trajes y capas de tonos muy oscuros, esas caras no las conocía pero algo en ellas me llamaba la atención, en segundos mi madre saludo.-Bienvenidos a palacio principal del cielo, espero que su corta estancia se cómoda-Dijo mi madre en un tono neutro pero firme- Ellas son mis hijas, Luna, Llena y Estrella- Seguido de esto se abrió unos pasos para que pudieran vernos.
Hicimos una reverencia y mis hermanas mantuvieron la cabeza gacha como si de sumisión se tratara, algo que no me agrado y por ende no les iba a dar el gozo así que alce la vista y me comporte un tanto altanera en cuanto a actitud.
-Adelante rey Daren, muchachos, porfavor- Volvió a hablar mi madre quien encabezó el camino al comedor, seguido de estos al último íbamos nosotras escoltando a los invitados- Espero que no les moleste la presencia de mis familiares pues llegaron tan solo unos días antes de que se acordará la reunión.- Explicó mi madre.
Valla, valla, valla mi presa llegó a mi sin tener que esforzarme mucho en atraparla, como me gustaba que la suerte estuviera de mi lado, me felicite mentalmente y sonreí gloriosa, veamos cómo se desarrollará está interesante cena, ansío que está velada se prolongue más de lo esperado y no solo eso cruzó los dedos también.
En menos de cinco minutos ya estábamos en el comedor lo que se pudo escuchar en el trayecto a la mesa era el silencio tenso y el sonido que hacían los zapatos al chocar con el suelo, habíamos empezado genial me dije mentalmente mientras comenzaba la velada.