28. Hablar

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Yuan Ding estaba ordenando sus cosas, pero vislumbró los movimientos de Tan Ye por el rabillo de su ojo. En un abrir y cerrar de ojos, Tan Ye bebió té con leche. 

Nunca había visto a Tan-ge beber té con leche. 

Los chicos de su clase no beben mucho té con leche, algunas chicas se lo traían y ellos simplemente se lo bebían. A veces ellas se los compraban y lo compartían con los demás, pero nunca había visto a Tan Ye beberla. 

—¿Viste a Tan-ge bebiendo té con leche? —Yuan Ding tocó a Meng Bairi, que estaba leyendo sus exámenes: —¿Lo viste?

—¿Ver qué?

—¡Date la vuelta!. 

Meng Bairi miró hacia atrás aturdido, vio el té con leche en la mano de Tan Ye y sintiendo que era un poco familiar, se dio la vuelta: —¿Qué pasa?, ¿Tienes un problema con el té con leche? eso le pertenece a Jiang Ran. 

El significado era obvio. 

Yuan Ding: ? ? ?

¿Qué quiso decir con esto? 

Yuan Dig bajó la voz: —¿Alguna vez has visto a Tan-ge beber té con leche?. 

—No lo he visto hasta hoy —respondió Meng Bairi de forma casual e inmediatamente se dio cuenta: —¿Té con leche?

Inconscientemente jodió. 

Meng Bairi y Yuan Ding se miraron. 

Solo que ambos pensaban muy diferente. 

Meng Bairi sintió que algo andaba mal antes, después de todo, Tan Ye y él han sido compañeros de clases durante dos años, y conocía su carácter.

Por lo que podía decir que era presuntuoso y que no le importaba nada. 

No era algo normal mostrarle una buena cara hacia Jiang Ran, e incluso ahora tomaba la iniciativa de enseñarle a Jiang Ran. Aunque no todo el mundo necesitaba que le enseñaran, y el hecho de que nadie se atrevía a decirle que le enseñe a resolver preguntas, con esto todo ya estaba demostrado.  

También pensaba que Jiang Ran era muy bueno. 

Yuan Ding miró hacia en secreto otra vez, luego giró la cabeza y suspiró. Pero no sabía por qué suspiraba. 

Los exámenes acababan de ser entregados y el maestro aún no ha dicho algo. 

Jiang Ran preguntó: —¿Cómo sabe? 

Cuando el maestro se lo dio hoy, ni siquiera le prestó atención a qué tipo de té con leche era. 

Tan Ye se sacudió, bebió rápidamente y se acabó la mitad con dos dos o tres sorbos: —Un sabor original. 

Un poco dulce. 

Al propio Tan Ye no le gustaba mucho las cosas dulces. Entonces, cuando conoció por primera vez a Jiang Ran y le dio unos dulces, su reacción fue otra. 

Pero lo probó el día de hoy y descubrió que al parecer lo dulce no era particularmente malo. No era de extrañar que a tantas personas les guste beber té con leche.

Jiang Ran asintió. 

Miró la taza de té con leche y pudo ver que solo quedaba un pequeña cantidad en aquel recipiente transparente.

Parecía que a Tan Ye le gustaba mucho beber té con leche. 

Jiang Ran estaba pensando que Tan Ye a menudo le enseñaría a hacer la preguntas en el futuro, así que podría obsequiarle una taza de té con leche como recompensa. 

UN B3SO, UN4 PREGUNT4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora