47. Temperatura corporal

597 121 7
                                    


Jiang Ran nunca pensó que estaría así algún día. 

En el balcón con su compañero de asiento...y siempre que alguien del balcón de al lado salga, es probable que los vean. 

Parecía también haber una clase de placer oculto. 

De repente, hubo un sonido de la puerta, afuera: —¿Cómo pueden sobrevivir con esa enorme cantidad de bocadillos? yo me comería todo en solo dos días. 

Yuan Ding lo siguió y dijo: —¿Quién se puede comparar contigo?...Oye, ¿Dónde está Jiang Ran y Tan-ge? ¿No están en el dormitorio?. 

Jiang Ran empujó apresuradamente a Tan Ye: —Han vuelto. 

A Tan Ye le gustaba especialmente verlo avergonzado. Por lo general, siempre ha sido de buen comportamiento y alguien digno, pero en este momento parecía muy tímido. 

Haciendo que lo bese y quiera volver a besarlo. 

Probablemente se deba a la esencia que le trajo el primer beso, le gustaba este sentimiento desde ese momento. 

Tan Ye de repente recordó que había visto a algunas parejas besándose cada vez que salía. Era bastante desdeñoso en ese momento, pero ahora parecía que estaba equivocado. 

¡Las parejas deberían amarse! 

—Está en el balcón —Meng Bairi miró con casualidad y fue capaz de ver una figura impresa. 

—¡Tan-ge!. 

—Te dejaré ir por hoy —Tan Ye soltó a Jiang Ran y le susurró deliberadamente en el oído. 

Jiang Ran arregló su ropa. 

Aunque Tan Ye no hace nada, pero los jóvenes con mucha sangre vivida era algo incontrolable cuando ambos tenían esta clase de intimidad. 

Jiang Ran fingió estar tranquilo y se adentró al dormitorio.   

Yuan Ding sostuvo algunas fresas en sus manos y le entregó dos: —Te demoraste tanto en el balcón que creí que fuiste por tu ropa para ir a darte una ducha, pero regresaste con las manos vacías. 

Jiang Ran tosió: —Solo estaba... mirando la nieve.

Inventó una excusa. 

Era la primera vez que nevaba hoy, y no era de extrañar querer ver la nieve. Yuan Ding no dudaba en absoluto. 

Meng Bairi pensó de manera diferente. 

Al principio no pensó en nada, pero cuando escuchó las palabras de Yuan Ding, aunque no fue intencional, parecía que pudo entender algo. 

No era una sorpresa que Jiang Ran esté solo en el balcón, pero Tan Ye también estaba allí, por lo que no parecía tan simple. 

Meng Bairi negó con la cabeza y chasqueó la lengua. 

Efectivamente, enamorarse es completamente diferente. 

Cuando Jiang Ran recibió esta mirada de Meng Bairi, su corazón dio un vuelco. Se preguntó qué es lo que sabía. 

Frunció los labios y miró a Tan Ye. 

Tan Ye solo se rió y no habló. 

La hora que anunció Meng Bairi para el examen fue la misma.  

El último examen de este semestre era un examen simulado, como también se le puede considerar como un examen final. Era una examen que tomaba toda la ciudad, que era algo similar al papel del examen de ingreso a la universidad, por lo que los maestros le daban mucha importancia. 

UN B3SO, UN4 PREGUNT4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora