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Ni siquiera me importa pasar mis manos por tu cabello

¿Quieres pasar tus dedos por el mío?

Pero mis temores son grandes y  eso está bien.

Aguanta,espera un minuto,siente la intención de mi corazón.

❄️❄️

El principio del fin.

Con la adrenalina provocada por el miedo ,que corría por cada célula de su cuerpo , agarró un libro del pequeño estante ,fue lo primero que se le vino a la y mente. Con cuidado giró el pomo de la puerta y salió tratando de hacer menor ruido posible, porque si algo es cierto,cuando alguien está dispuesto a no hacer ruido es cuando más causa ,así que trataba de no hacer mucho.

Miró hacia todos lados cuando llegó a la sala,pero no había nadie , suspiro un poco aliviada,pensando que había sido producto de su imaginación. Pero otro ruido fuerte se escuchó en la cocina.

–Mierda–camino hasta la cocina, con el miedo incrementándose.

Todo estaba oscuro en el área de la cocinar,ya que cuando llegó no había ido hacia esa parte,lo que le dificultaba poder ver con claridad. A medida que caminaba se formaba una silueta oscura que resaltaba ,estaba de espalda pero por el tamaño de esta ,la altura ,dedujo que era un hombre,esto si traería un problema.

Trago en seco antes de hacer lo que tenía pensado,que realmente si se lo planteaba por un segundo,sería lo más estúpido que una persona sin miedo y tranquila podría hacer,pero este no era el caso y ella claramente no pensaba en las concencuencias.

El libro tocó la espalda de aquél sujeto,tensándolo ,puso su mejor cara de seriedad y respiró para no tartamudear.

–¿Quién eres y qué haces en mi casa?–valla que si lo logró,no había tartamudeado y eso era una buena señal,al menos se sintió un poco más confiada.

–A lo mejor te la deberías hacer tú–voz suave pero firme, tranquilo– ¿Qué te da el derecho a decir que esta es tu casa?–por un segundo su voz se escuchó triste entre esas cuatro paredes,pero desidió ignorarlo–Tú no tienes porqué estar aquí... entonces...¿qué hace usted aquí?–respetuoso al menos.

Sin perder un segundo decidió hablar.

–No estás en condiciones de hacer preguntas,–lo escuchó reír–¿Quién eres y qué haces en mi casa?–repitió,pensó un segundo en decir su nombre,pero el era un desconocido, porque hacerlo–habla o quizás se lo dirás al oficial en la estación de policía.

Con cuando aquel sujeto se giró, no se le podía ver la cara,así que sin perderlo de dónde se suponía que estaba ,el frente, dio unos pasos hacia atrás y encendió la cocina.

Ambos se miraron extrañados y con la pequeña sensación de que ya se conocían ,pero lo descartaron al instante.

–Tu ,eres el chico de la foto–susurró.

–¿Kat,no te acuerdas de mí?–susurró,a penas inaudible,sus ojos destellaban por la decepción se comenzaban a cristalizar , las lágrimas amenazaban con salir.

–¿Debería hacerlo? digo,¿Cómo te llamas?– bajó el libro que traía en sus manos y que había olvidado que estaba ahí.

–Trust, Trust Holstein.

K de Katrina KlarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora