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―❅𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑❅― Me encontraba en medio del bosque en frente de mi había un lago de agua cristalina que reflejaba la luna llena, detrás de mi había un camino de velas con petalos de girasol y tulipanes rosados, era 31 de diciembre faltaban 4 horas para año nuevo. El frío se sentía gracias al viento. Llevaba una ropa algo casual pero abrigada.
Estaba esperando a Edric, lo había invitado a una cita para declarar mis sentimientos por él. Igual le dije a Ed que la cita no era sofisticada que llevara algo cómodo. Desde que lo conocí comencé a sentir una sensación extraña que no sabía que era en realidad; pero gracias a Luz me di cuenta que aquella sensación era amor, me sorprendí cuando supe que lo que sentía era amor aún cuando solo habíamos convivido muy poco pero aún así hablabamos casi todos los días
―¿Hunter?― pregunto una voz detrás de mi ―¿Hunter eres tú?― volvió a preguntar
―hola joven Bligth― dije volteando a verlo con una sonrisa y haciendo una reverencia
―jjajaja sabes que no tienes que hacer eso― dijo riendo y acercándose ―entre usted y yo joven emperador, usted tiene mucho más rango que yo― dijo sonriendo y acercándose a abrazarme
Si hace unos cuatro meses me volví emperador, el emperador Belos fue derrotado y murió y aun que yo ya no estuviera en el aquelarre del emperador o no fuera el Guardián Dorado seguía llevando el apellido Wittebane y el emperador Belos también había escrito en un testamento que yo sería el nuevo emperaodr de las Islas Hirvientes.
―jajjajjaj― reí mientras le devolvía el abrazo
―¿para que me invito su alteza?― dijo él continuando con el juego
―no hace falta que me hables así, es cierto que soy el nuevo emperador pero tú eres especial y el único al que no le permito tratarme de usted― le dije mientras acariciaba su cara
―mmm jajjaja― rio nervioso y se sonrojo
―vamos quiero enseñarte algo y también decirte muy importante― le dije mientras le tomaba la mano y me sonrojaba hasta las orejas
―e-eh cla-claro― respondió algo nervioso y sonrojándose aún más
Caminamos por la orilla del lago mientras nos tomamos de la mano, hablabamos de todo lo wue había sucedido este año y las cosas que hicimos juntos, sentía mi rotro muy caliente y mi corazón latía con mucha fuerza.
Mientras caminabamos siguiendo el camino de velas llegamos a unas colinas donde se veían todas las Islas Hirvientes, la luna llena brillaba con todo la belleza y esplendor que nunca se había visto antes, las estrellas decoraban el cielo como luces, el viento movía las hojas de los arboles haciendo que algunas cayeran de los arboles y volarán siendo dirigidas por el viento.
―esto es hermoso― dijo Ed abrazandome
―lo se― noté un poco de tensión en él, lo cual era algo raro―¿que pasa?― le pregunté
