El inicio del fin pt 2

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¿Dónde está?

— ¿Wonwoo?

Su mirada se enfoca.

— ¡Oh, dioses míos, Wonwoo!

Los ojos cansados y el cabello negro canoso aparecen frente a él, la preocupación se refleja en su rostro, una mano toca su mejilla mientras que la otra sostiene una sombrilla.

¿Está lloviendo?

— Vamos pequeño, entra, tú y tu bebé se van a enfermar.

Lo toma del brazo y lo jala, se deja arrastrar dentro de la casa sin decir nada, ¿cómo puede decirle?, su pequeño, su niño...

Se detiene frente a la puerta de entrada, la mujer mayor voltea a verlo después de dejar su paraguas a un lado, evitando mojar mucho el suelo de su casa.

— ¿Cariño?—la preocupación aumenta— ¿Qué ocurre?

— Ya no podrá enfermarse—murmura mientras acuna a su cachorro en sus brazos, el cual todavía sostenía a su pequeño gatito.

Alza la mirada con sus ojos rojos llenos de lágrimas, su pecho vuelve a oprimirse mientras mira a la cansada mujer.

— Woojin...—titubea—Woojin ya no puede enfermarse tía...

Hay confusión en su expresión, pero rápidamente se transforma en sorpresa, la alfa vuelve a acercarse a su menor observando al niño en sus brazos, en cuanto observa la escena cubre su boca con la palma de su mano; lágrimas comienzan a salir. Con cuidado abraza al omega por un costado, sin querer aplastar a Woojin. Lloran en silencio durante varios minutos, sin cerrar la puerta, sin moverse. Ella solo lo consuela en silencio ante dicha perdida, al menos hasta que una fuerte voz los sorprende.

— ¡Ye-jin! ¡Ha ocurrido algo! Vi a un grupo de camionetas blindadas con muchas personas armadas salir por el bosque, cerca de la casa de...—las palabras se apagan en cuanto el alfa entra a la casa—Wonwoo...

El hombre observa la imagen frente a él, su expresión es neutra, se vuelve sombría, la tristeza llena la casa, los demás olores son opacados por ella, y así es como se siente el omega.

— No podemos dejarlo así—murmura Tae Pyung señalando al pequeño en brazos.

Los ojos del omega rápidamente se dirigen al mayor alejándose de este, su expresión se vuelve sombría, el ambiente se pone tenso, el aura dominante del pelinegro sofoca a los contrarios.

— ¿A qué te refieres? —su voz suena dura.

— Woojin no debería estar cubierto en sangre—habla con dificultad—Hay que lavarlo, cambiar su ropa...—Tae Pyung desvía la mirada en dirección a Ye-jin—Podemos intentar...

— No.

— Pero...

— He dicho que no.

— ¿De qué están hablando?

Los alfas intercambian miradas y guardan silencio bajo la atenta del omega, quien sigue aferrándose a la poca cordura que le queda, impacientándose cada vez más.

¿Y bien? —su voz retumba por toda la casa, ahora no solo sus ojos arden, su garganta también, hace tiempo no usaba su voz de mando, suspira antes de hablar nuevamente, suavizando su tono— ¿De qué está hablando mi tío?

— Es algo muy arriesgado Won, es una tontera, Tae no debió mencionarlo.

— Sigue sin ser una respuesta clara. —la mujer cierra los ojos e inhala profundamente.

— Me refería a usar magia.

— ¿Magia? —el omega pelinegro está confundido—La magia está prohibida—dice— además, esas prácticas se perdieron hace mucho, nadie sabe hacer magia en estos tiempos.

Wonwoo mira expectante a sus mayores al ver que ninguno contesta, otra vez; frunce el ceño, no dejaría que algo tan podrido como la magia toque algo tan puro como lo es su niño. Puede que se haya perdido la técnica hace mucho tiempo, pero la teoría sigue existiendo, Wonwoo sabe lo que debe, la magia está prohibida, porque quien la práctica pierde su alma, la intercambia por aquellos poderes, el mal envuelve al o la practicante, ya no pueden ser tocados por la luz del sol porque su piel se vuelve traslucida, así es como los diferencian.

— ¿Por qué si quiera mencionaron la magia? —la duda lo invade.

Silencio.

— Tío...

— Bueno...—es todo lo que dice.

— Tae Pyung lo ha mencionado porque...—hace una pausa antes de continuar—...porque yo soy una practicante.

Ahora ni siquiera él habla.

— Soy una bruja Wonwoo.

🌙

Este también es corto, pero es por el bien de la trama.

Intentaré actualizar lo más seguido posible, la verdad no sé cuánto duré la historia, pero espero que no sea tan larga, puede que haya capítulos más largos o igual de cortos que este, pero se los ofrezco humildemente.

Entre el amor y la guerra, la muerte siempre ganaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora