El tiempo es relativo, no importa cuánto tiempo tengas que esperar o que tan rápido llega esa cosa que esperas, al fin y al cabo llegará.
Ya habían pasado cinco años desde que T/N estaba en la comisión, entregando todo de ella en sus arduos entrenamientos de ocho horas diarias como si de un empleo se tratara.
Años de depresión y culpa por lo que había hecho con su padre. No se sentía bien cargar con culpa, en algunas ocasiones los entrenamientos eran tan duros que solo quería volver a fingir una sonrisa y ganar dinero con su cara bonita. Pero era todo, ya lo había echo y no podía regresar el tiempo.
Ese día estaba cumpliendo la mayoría de edad. Caminaba con seguridad hacía la oficina de la encargada como ella misma se lo había indicado.
Tocó dos veces antes de entrar y cuando lo hizo no vio a su superior por ningún lado, pero le saco un susto al momento en el que salió de atrás de la puerta, le dió vuelta a un tubo el cual hizo que salieran serpentinas por todo el lugar y en especial en T/N.
—Hoy estás de cumpleaños, felicidades en estos 18 años de vida, cariño.
—¿Tan importante es? —dijo extrañada.
En ninguno de sus cumpleaños anteriores le había echo tanta fiesta, pues había también un pequeño pastel en el escritorio de la encargada.
—Por supuesto, hoy es el día en el que dejas de ser la niña que se la pasa alegrandole los días a los de más y pasas a ser una de ellos.
—¿¡Ya podré ir con ellos!? —estaba emocionada.
—Claro, pero no podrás ir sola claro, aún eres primeriza y nadie va solo en su primera misión así que saluda a tus nuevos compañeros.
Dos personas que ya estaban paradas en ese lugar desde antes, no les había prestado atención.
Una mujer y un hombre, el hombre era robusto y alto, su cabello estaba peinado para atrás pero se notaba que era rizado. La mujer, una mujer con carácter, tenía un semblante muy serio. Llevaba el cabello al ras del hombro y su tes era morena.
—Son dos de nuestros mejores ajentes. Estás en muy buenas manos y ellos te podrán enseñar mucho de lo que aún no sabes.
—Hola, pequeña, me presento, soy Hazel —le estiró la mano esperando a que ella la tomara y así lo hizo.
Un flashback retumbó en la cabeza de T/N, esa palabra "pequeña".
*
—Disculpa, se te cayó esto...creo que es importante —con un tono de voz bajo.—Gracias, pequeña, si se me pierde esta cosa podrían matarme.
*Era él, el mismo tipo que se había encontrado hace algunos años atrás. Y también lo recordaba de la vez que la encargada estaba molesta con él por no matar a una mujer.
—Es un gusto, Hazel, soy T/N —su mirada era fría pero con una pequeña sonrisa que la hacía ver amable.
La mujer de cabello castaño se acercó a ella y también le extendió la mando a lo que ella la acepto de nuevo.
—Soy chacha —dijo en seco.
—Un gusto —le respondió de igual manera.
—Bueno, ya que se conocen. Ustedes tenían una misión para el día de hoy.
—Si, en California —contesto la mujer. Parecía ser la líder entre los dos.
—Llevenla con ustedes. Será tu primera misión T/N, te deseo suerte y espero que puedas demostrarme que todos estos años valieron realmente la pena.
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La comisión [T/N Y CINCO]
Fanfiction-Quiero un café con mucha azúcar. -Amargo es mejor. -Amarga tu cara. Ponle un poco de dulzor a tu vida, anciano. -Existen los dulces amargos. ∆Cinco y T/N no son hermanos. ∆ T/N no tiene poderes. ∆ Contiene escenas +18 pero tiene advertencia al inic...