Aquí Vamos Otra Vez

Capítulo 2 : Después de todo este tiempo

Resumen:

Wei Wuxian regresa a Recesos de las Nubes para solicitar la ayuda de Lan Wangji con Investigación sobre la extraña matriz que descubrió y quién está detrás del aparente atentado contra su vida.

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La pila de papeleo parecía interminable y, con frecuencia, se daba cuenta de que lidiar con ella ponía a prueba su paciencia. Nunca tuvo la facilidad de su hermano para tratar con la gente e incluso con las cartas a veces se esforzaba por tratar de ser cortés en lugar de limitarse a decir lo que quería. Así que fue un alivio cuando llegó el mensajero con la noticia de los guardias de la puerta de que habían llegado visitantes y que uno de ellos era Wei Ying.

En ese momento, dejó el pincel con cuidado y se puso en pie, inclinándose cortésmente ante el mensajero, mientras empezaba a caminar hacia la entrada, aunque le estaba costando toda su fuerza de voluntad cumplir con la regla de los Recesos de las Nubes de no correr para llegar más rápido. Su corazón latía con rapidez ante la idea de volver a ver a Wei Ying, aunque le sorprendió que no hubiera avisado de su llegada.

Rodeó el punto de la escalera desde el que podía ver la entrada y ahí estaba la familiar figura de Wei Ying, vestido con su habitual negro y rojo, riendo y bromeando con algunos de los discípulos menores, entre ellos Sizhui. Una pequeña sonrisa se curvó en la comisura de sus labios ante la escena. Siempre era agradable ver a dos de sus personas favoritas juntas y hacía demasiado tiempo que no ocurría, desde que se separaron hace ya un año.

Hizo una pausa para asimilarlo todo y fue entonces cuando vio que Wei Ying le hacía señas a una figura desconocida vestida de blanco para que se acercara. Al principio la confundió con otra discípula, pero carecía de la cinta de la frente y sus ropas no eran lo suficientemente finas como para ser las de un discípulo externo de la secta. Se inclinó ante los juniors, sonriéndoles, y ellos le devolvieron la reverencia, momento en el que Wei Ying pasó su brazo por encima de su hombro de una forma muy familiar. Ella lo miró con una exasperación cariñosa más que con molestia y él sintió que se le helaba la sangre.

¿Podría ser que hubiera encontrado a alguien a quien querer en todos estos meses de separación? Una furia irracional se apoderó de él y se encontró mirando a la mujer, los mismos celos de siempre que creía confinados a su adolescencia surgieron de repente sin previo aviso.

Ella miró entonces hacia la escalera y se quedó inmóvil por un momento, notando claramente su mirada. Necesitó todas sus fuerzas para calmarse y volver a controlar sus emociones, y no tardó en ver que la mirada de Wei Ying seguía a la suya y se encontró con la deslumbrante sonrisa que lo llenaba de alegría, aunque también le causara un involuntario tormento.

"¡Lan Zhan!" Aquella voz familiar lo llamó y, de repente, Wei Ying se abrió paso entre la multitud de discípulos y saltó hacia él, deteniéndose un poco como si no estuviera muy seguro de como saludarlo.

"Wei Ying". Había un millón de palabras más que deseaba decir, pero, como siempre, parecía difícil que salieran, sobre todo cuando sus emociones eran tan confusas y conflictivas. "No esperaba que volvieras aquí a estas horas, ¿va todo bien?"

El otro hombre se rió torpemente ante eso, algo que al instante lo preocupó aún más. Significaba que había algo que Wei Ying no quería contarle y temía con qué podía relacionarse.

"Bueno, te lo explicaré. Pero primero debo presentarte a alguien". Hizo una seña a la mujer que lo había acompañado hasta aquí. Ella se acercó con cierta inquietud en su rostro, claramente incómoda en su presencia, aunque dada la mirada que le había dirigido antes no podía sorprenderse de su reacción.