Capítulo 13 : Creo Que En El Fondo Hay Esperanza

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Resumen:

Wen Qing y Jiang Cheng tienen una charla. Wen Ning regresa a la Torre Koi con Jingyi.

Notas de la autora:

No creo que haya una advertencia de contenido particular para este capítulo, aunque hay una mención de procedimientos médicos hacia el final del capítulo.

- El título es de Paramore - Let the Flames Begin

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Revisar las notas médicas fue agotador. La mayoría eran obra suya, cosas que le hicieron escribir durante su encarcelamiento aquí junto a notas que claramente se habían recuperado de los Túmulos Funerarios. Incluso había algunas que debían de proceder de la colección que guardaba en la Oficina de Supervisión de Yiling. Tardó un tiempo en encontrar lo que sabía que estaría aquí, aunque secretamente esperaba que Jin Guangyao lo hubiera destruido.

Ahora estaba sobre la mesa, un doloroso recuerdo del pasado del que no podía prescindir, sobre todo ahora que Jiang Wanyin seguía mostrándose extraño a su alrededor. La había llevado a su habitación de invitados, no quería dejarla donde alguien pudiera encontrarla y tampoco se atrevía a destruirla.

Con un suspiro, lo dejó y se fue a mirar por la ventana, a uno de los muchos jardines pequeños que parecían poblar la Torre Koi. El exterior era tranquilo y hermoso, y seguía sin estar segura de creer del todo que fuera real. Pasó demasiados años atrapada en una habitación diminuta y sin luz como para que todo aquel espacio y aquella luz tuvieran sentido para ella. Apretó los brazos contra el pecho, temblando ligeramente a pesar de la cálida luz del sol que entraba por la ventana.

Un golpe en la puerta la sacó de su ensueño: "Adelante". Dijo, sintiéndose al instante mucho más tensa. Le costaba desprenderse de la idea de que las visitas eran malas y le harían daño. Sospechaba que esos sentimientos tardarían mucho más en desaparecer por completo.

Se oyó el ruido de la puerta exterior al abrirse. "¿Lady Wen? Espero no molestar". La voz de Jiang Wanyin llegó desde la puerta.

Ella se volvió para mirar, sorprendida al sentir que los latidos de su corazón se aceleraban ligeramente. Cuando ambos eran mucho más jóvenes, existía una clara atracción entre ellos, al principio más por parte de él que de ella. Ella se fijó más en él en la montaña de Dafan, donde la persecución de su hermano hizo que pensara en su propia actitud protectora. Luego, más tarde, vio destellos del tipo de hombre en el que podría convertirse algún día. Ser golpeada por su presencia física, plenamente consciente de su existencia, no era algo que pudiera ignorar por completo, aunque no hubiera esperanzas de que nada saliera de eso. ¿Acaso tanto había cambiado desde que ella le devolvió el peine en los Túmulos Funerarios, hacía tantos años? La atracción física no podía negar el amplio océano de cosas que se habían interpuesto entre ellos entonces y que probablemente seguían haciéndolo ahora, al fin y al cabo seguía siendo una Wen.

"No, la verdad es que no. No hay mucho que hacer ahora más que esperar a que vuelvan y esperar lo mejor". Su tono era resignado, aunque odiaba esperar así, no era como si no estuviera acostumbrada desde hacía tiempo.

Él entró en la habitación y se dirigió a sentarse en la mesa baja en la que ella había estado sentada antes y, de repente, su mente la sorprendió y una oleada de pánico absoluto le llenó el pecho al darse cuenta de lo que había dejado ahí apoyado. Cuando él se inclinó para recoger el libro, con una expresión de curiosidad, ella corrió hacia él, con la intención de quitárselo de las manos, pero en lugar de eso lo tiró por los aires, donde aterrizó con un golpe seco sobre la mesa, y las páginas se abrieron en el peor lugar posible: el diagrama del trasplante del núcleo, como el que ella había realizado entre él y Wei Wuxian.

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