𝐔𝐧𝐡𝐨𝐥𝐲 𝐒𝐩𝐞𝐥𝐥 | Spruan (Omegaverse)

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Nota: Ha pasado tiempo desde que he escrito algo de este fic así que lamento la demora :")

Por otro lado GENTE WTF COMO QUE 15K, LA ÚLTIMA VEZ QUE ACTUALICÉ SOLO HABIA 5K 😭

Ustedes releen smut? 😡
Porque entonces ya somos dos, no les voy a mentir jakdjskdjdkd yo también lo hago

Esta es mi 1ra historia que llega a tanta gente <3 y por eso les agradezco un montón, me dan ganas de seguir escribiendo porque es una cosa que me encanta y había dejado de hacer 💖

Eso es todo, sigan con la lectura, puercos 🐛

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"Puedo ser tu alfa", esa frase se repetía una y otra vez en la cabeza de Juan.

Era de madrugada, el sol apenas estaba haciendo aparición y como consecuencia de la repentina aparición de su celo: se encontraba despierto.

Recostado en un lado de la cama, Juan pensaba mucho en la conversación que tuvo con Spreen luego de su primera ronda. A estas alturas el oso está durmiendo a su costado, roncando superficialmente y sumido en un sueño profundo, pero eso no le molesta.

Debe estar muy cansado, pensó Juan interiormente. Se le hacía una manía suya contar las veces que tenía un orgasmo o las veces que un alfa se corría dentro suyo... llámenlo fetichista pero lo solía hacer.

Solía, tiempo pasado, porque justo después de su conversación con el pelinegro no lo volvió a hacer. Tal vez perdió la cuenta, tal vez sintió que no sería necesario, tal vez...

Bufó en señal de derrota, una parte suya sabía exactamente el por qué.

El alfa le habia dicho que lo pensara, que era decisión suya elegirlo o no... no hace falta decir que Juan casi se pone a chillar debido a esas palabras. Y como buen cobarde que era Juan, mintió acerca de las lágrimas que salieron de sus ojos: alegando a que eran debido al calor de su celo. Lo sorprendió de buena manera que inmediatamente en menos de tres segundos el oso se había acomodado denuevo encima suyo, ubicándose entre sus piernas y procediendo a acariciarlo cariñosamente en sus caderas.

Tal vez Spreen pensó que no se daría cuenta, pero Juan pudo sentir todas las veces que lo besó en su espalda: en medio del placer, después de un clímax alcanzado, incluso en el momento que Spreen tuvo que ir al baño y luego acompañó al hechicero a hacer lo mismo.

Había contado 23 besos, y ese dato le "revolvía" el estómago de una forma diferente.

Nisiquiera sabía la dirección o finalidad de sus pensamientos, pero justo ahora todo lo que puede pensar es en darle una respuesta al oso... respuesta que él preferiría postergar el mayor tiempo posible, porque no tenía idea de qué carajos quería contestar.

Volteó a ver al oso, ahí recostado tan pacífico lucía como si no matara a una mosca... las apariencias definitivamente engañan, pensó.

Su cabello desordenado y el estar desnudo en su cama no fueron las cosas a las que Juan le prestó atención. Sino fueron unas marcas de arañazos en su cuello, cerca de su clavícula, y el olor tan llamativo que venía del híbrido.

Tal vez se estaba volviendo a poner horny.

Recordó con detalle que en una de las rondas empujó a Spreen contra la cama y se montó encima, obviamente con la intención de cogerselo en esa pose pero también lo movió el deseo de marcar al alfa.

Los omegas no suelen morder a los alfas, y justo la reacción que tuvo Spreen por la mordida en su oreja es la razón de eso, no suelen ser muy receptivos y pueden reaccionar de forma brusca.