The Star and the Owl // Hoonsuk

•06 - Suk.

Jihoon abrió los ojos y se levantó de su cama, ese día era especial porque iría al bosque solo por primera vez.

Ya había hablado con sus padres, se despidió de ellos y fue rumbo al bosque.

Después de haber llegado ya estaba anocheciendo, así que sacó sus alas y voló a la rama del árbol más alto que había.

Se quedó alrededor de una hora allí mientras observaba la vista.

Todo estaba tranquilo.

Muy tranquilo.

Después de eso bajó de la rama y se dispuso a caminar a su tienda, pero él sentía que faltaba algo. Algo que tenía que pasar.

O alguien.

Al haber llegado, se extrañó de no ver su tienda de acampar así que dió la vuelta para ver si se había equivocado de camino.

Pero al voltear todo estaba oscuro, muy oscuro.

No sabía que era lo que pasaba, parecía un sueño, o más bien una pesadilla.

Hasta que vió una luz muy brillante con forma humana.

Movió sus piernas y comenzó a caminar, para después aumentar la velocidad y terminar corriendo.

Corría, corría, corría y corría. Veía eterno poder llegar a la luz, pero extrañamente no se sentía cansado.

Hasta que la luz se acercaba a él. No, él se acercaba a la luz.

Estando frente a ella, o mejor dicho, él.

Se acercó y como si ya se conocieran, acarició la mejilla del contrario, quien le decía algo pero Jihoon no lograba escuchar.

No entendía lo que decía pero cada vez se subía más el tono de voz.

despierta...

Despierta...

DESPIERTA

La jóven madre sentada al lado de la camilla con su hijo en él, viendo las máquinas que decían que estaba vivo.

Suspiró y se levantó para ir en busca de café. Habían pasado cuatro meses desde el incidente de su hijo, no sabía lo que le había pasado, cuando solo le dijeron que tenía un brazo fracturado y sus alas muy deterioradas, como si estuvieran quemadas.

Ella y su esposo estaban muy deprimidos por él. Los médicos dijeron que habían podido estabilizarlo, pero que no sabían cuándo despertaría.

Ambos se tranquilizaron que aunque sea conectado de una máquina, su hijo seguía vivo, su Jihoon.

Al haber terminado de comprar su café se dirigía de nuevo a la habitación #12 en el piso T.

Estaba decaída desde que veía que su hijo no despertaba, de verdad esperaba que algún día lo hiciera.

Al llegar a la habitación se extrañó de ver la puerta de ella abierta, así que apresuró su paso para ver quién estaba ahí.

Al abrir la puerta vió a un jóven levantado viendo a la ventana, específicamente al cielo, éste tenía la mirada perdida pero su vista fija en el grande y vasto cielo.

Dejó caer su café al percatarse que era su hijo Jihoon, su Jihoon.

Lo primero que hizo fue ir hacia él y abrazarlo, ella lloró y lloró mientras Jihoon le sonreía y le decía que todo estaba bien.

Los doctores habían llegado para verificar que su cuerpo estuviera en estado óptimo para poder estar de pie. Después de chequearlo y dar la luz verde, al otro día pudieron irse a su hogar, en el pequeño y bonito pueblo.

Después de unos dos meses, los padres no sabían lo que pasaba con Jihoon, qué pasaba por su cabeza.

Pero eso era algo que no estaba a su alcance, ya que los doctores les dijeron que su hijo presentaba amnesia además de los problemas físicos, que esperan que se recupere de ello o no sabrían qué hacer, que obtuvo después de la recuperación de su cuerpo.

Jihoon solo observaba el cielo, no sabía por qué, pero sentía y quería volver a ver esa luz brillante, esa bonita estrella que estaba en su sueño.

Pero no recordaba el rostro que vió en su sueño.

Solo recordaba algo, pero que creía que era importante.

- Suk...

Bienvenidos al final de esta historia, supongo que estarán tristes por el final, pero no se decepcionen, de mi parte nunca esperarán una historia que termine mal. Pero por lo momentos terminaré aquí.

Gracias por llegar hasta aquí, esta historia se ganó un lugar en mi corazón, espero que les haya gustado mucho, es mi primera vez de haber terminado una historia.

Nos vemos pronto todos! Para el reencuentro de la Estrella y el Búho.