Capítulo 11. Complicidad colectiva

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Caroline sabía que no sería fácil hablar con Chad, llevaba semanas en la misma situación, pero aceptaba que cada día le molestaba más la actitud del mismo, al final decidió reunirse con él brevemente para decirle lo mismo de la última vez, que la dejara en paz, porque no estaba dispuesta a seguir con él, aunque Chad respondió lo mismo de siempre, que podrían resolverlo, pero su enojo le dejaba claro a Caroline que él pensaba más en su propio "orgullo", así que la rubia solo le dijo que no cambiaría de opinión, y luego simplemente se fue, sin embargo, como si no fuera suficiente, también aguantaba la histeria de su mamá.

-Chad llamó, ¿Cómo que terminaste con él?- dijo Emma incrédula mientras observaba a su hija llegar al apartamento.

-Hola mamá, qué gusto verte, ¿Qué haces aquí?-

-Vine a traer unas cosas para Stella y quería buscarte para hablar, pero como llegaste me ahorraré la parte de tener que ir a buscarte-

-Hablaremos mamá, siempre y cuando no sea nada referente a Chad- dijo Caroline con seriedad, no estaba de humor.

-Pero Caroline, Chad es un buen muchacho y...-

-Olvidalo mamá, no voy a volver con él, y como veo que solo quieres hablar de eso, recogeré lo que necesito y me iré- dijo Caroline interrumpiendo a Emma, y luego de eso, siguió su camino hacía su habitación para recoger sus cosas.

Esa noche, el ánimo en los ocupantes de la cabaña parecía mejorar, Caroline decidió dejar pasar el asunto con su mamá y solo le dijo a Kaleb que ya había aclarado todo con Chad, y solo esperaba estar tranquila; el único "cambio" fue la idea de que los Rangers fueran a acampar, y para sorpresa de Elena, todos estuvieron de acuerdo, incluso Ethan, quien dijo que sería uno con la naturaleza.

Al día siguiente, todos siguieron la misma rutina, y cuando la noche cayó, Kol se dirigió al restaurante que le había dicho Rose, a la cual se encontró rápidamente, la mujer se veía nerviosa, pero saludó a su "niño" con la misma emoción de siempre y lo guió hasta una mesa, donde había un hombre en elegante traje, el cual se levantó cuando los vio acercarse.

-Arthur, te presento a Kol, es prácticamente mi hijo; Kol, él es Arthur, de quien te hablé- dijo Rose mientras sonreía.

-Es un gusto, Rose me ha hablado mucho de ti- dijo Arthur con amabilidad, y Kol sonrió.

-Espero que cosas buenas, porque Rose suele exagerar las cosas- dijo Kol como si nada, y Rose lo miró con reproche, aunque Arthur sonrió.

-Lo tendré en cuenta, pero han sido cosas buenas-

Los tres no tardaron en acomodarse en la mesa, y luego de ordenar, la charla continuó con normalidad.

-Bueno, técnicamente fui su niñera primero- dijo Rose sonriendo, la conversación llegó al punto donde Arthur sentía curiosidad de la razón por la que Kol vivía con Rose.

-Vaya, no me esperaba eso, entonces siempre han estado juntos- dijo Arthur sonriendo.

-Si, desde que tengo uso de razón vivo con Rose- dijo Kol con calma, y Rose sonrió con cariño.

-Su mamá fue como mi hermana, así que desde siempre lo he visto como mi hijo- explicó Rose mientras miraba a Arthur, el cual asintió comprendiendo la situación.

-Ya veo, pues es un honor, y no quiero ser indiscreto pero tu apellido me suena de algo- dijo Arthur con calma y parecía pensar en dónde había escuchado ese apellido, y Rose miró a Kol con preocupación, pero este sonrió.

-Bueno, últimamente es un apellido muy "escuchado" en Nueva York- dijo Kol con calma.

-¿Eres familiar de Richard Mikaelson?- preguntó Arthur cuando por fin recordó dónde lo había escuchado.

POWER RANGERS 3: LoyaltyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora