Xavier

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-Xavier-

...

—Así que crees que me aproveché de la situación, de la confusión, de tu estado de catarsis explorando tus visiones de lo que sea que te estén diciendo esta vez y... te besé.

—Básicamente, sí.

—Dime algo ¿Alguna vez dejas de pensar lo peor de mí?

—Me colmaste de razones para tener motivos de pensar lo peor de ti por 14 meses o quizás un poco más.

—14 meses, woha...

—Aparte, como ya mencioné, por alguna razón que desconozco, parece que te agrado... y estabas notablemente molesto cuando viste que Tyler era mi pareja para el baile... y no tú.

—Así que como venganza te besé. Suena lógico.

—Percibo tu sarcasmo, pero si lo piensas, como venganza... ¿No es algo que a mi desagradaría?

—Pfff, no lo sé, tú dime. Peores cosas me han dicho, Merlina, así que te tendrás que esforzar más si quieres hacerme sentir mal.

—Yo creo que ya lo logré, Xavier... eso, o tu forma de mostrarte confiado decrece horriblemente con cada día.

—...

—Créeme, no es como si muriera por pedirte un beso... aunque quizás llegue a disfrutarlo.

—¿...de verdad?

—De peores torturas me he sorprendido placenteramente.

—Eres de lo peor.

—Gracias. Ahora, si eres inocente, entonces ¿Por qué te resistes?

—Nunca tienes ninguna consideración con los sentimientos de los demás ¿No es así?

—Creí que estabas molesto o... no me digas ¿Crees que hare sangrar tu corazón con un beso?

—...

—Poético. Quizás lo anote para mi novela, aunque creo que se vería mejor en el sentido literario de la frase.

—Como... ¿Apuñalar a alguien en el pecho?

—Los clásicos nunca pierden su valor.

—¿Realmente lo odiaste tanto?

—...

—No te besé, pero-

—De hecho, creo que no...

—¿No?

—No lo odie... fue un buen beso... creo. Justo antes de ver una masacre, así que tuvo realmente un broche de oro. Pude percibir... no importa. ¿Entonces? ¿Vas a ayudarme a descarte de esta lista o prefieres seguir dándome motivos para pensar lo peor de ti y sumar 3 meses más?

—Así que quien te beso es un buen besador... genial.

—Eres tan evidente y trasparente con lo que piensas que puedo ver tu hombría achicarse en ese intento de ironía y sarcasmos.

—...

—De verdad quiero terminar con esto. Necesito avanzar.

—¿Para llegar al fondo del misterio?

—Y para evitar que algo terrible suceda, para variar... ¿No quieres ayudar? El costo es un pequeño, y para nada significante, beso a la persona que te juzga mal... todo el tiempo.

—... bien.

—Fuiste más fácil de lo que pensé.

—Solo... cállate de una buena vez.

...

Xavier tiene un rostro, por no decir una cabeza, peculiar.

Sus rasgos son alargados y asimétricos por donde se lo contemple.

Su nariz y quijada se asoman marcadamente antes que cualquier otro sector de su rostro, y sus ojos, grandes, siempre denotan tanta expresividad que es difícil no considerarlos una ventana bien abierta a sus pensamientos.

Y con todo eso, puedo entender porque algunos lo ven atractivo.

He visto muchas personas a la cara, me gusta la expresividad de ellas cuando los sentimientos se apoderan de sus almas y torturan sus gestos y expresiones.

Una tras otras, a medida que he crecido, me parecen las mismas.

Pero el rostro de Xavier es realmente peculiar, no necesariamente desagradable, pero definitivamente único.

No es un rostro genérico. Él tiene justamente lo opuesto.

Es por eso que pude saber de sobra que, pesé a estar molesto en un primer momento, al acercarse comenzó a sentirse nervioso.

La punta de su nariz es lo primero que siento al tocar mi mejilla derecha y luego sus labios sobre los míos. Son finos, secos y fríos, contrastando tanto con lo que siempre quiere demostrarme.

Su tacto me trasmite su nerviosismo. Lo siento temblar.

Él se aleja y puedo verlo.

Duda.

Este beso no es suficiente para que pueda sentir o identifica nada, pero antes de que pueda quejarme, él me besa una vez más.

Esta vez, su cabeza se mantiene firme y el agarré en mis hombros hace que toda la posición sea más rigurosa.

Sus labios están partidos en el medio y la calidez de su aliento, junto con la casi imperceptible humedad, contrasta demasiado con su piel fría y lo templada de la mañana en el bosque.

Se vuelve rápidamente mas impaciente, puedo sentirlo, junto con la imperante necesidad de demostrar algo.

Él no lo sabe, pero esta haciendo justamente lo opuesto.

Este beso es diferente del que sentí esa noche.

Enormemente diferente.

No tiene punto de comparación.

Estoy segura.

Pongo una mano en su pecho y lo alejó.

Es gracioso para mi que, pese a tratar de demostrarse seguro y dominante, una pequeña acción de mi parte como esta, hace que su considerable y frágil forma de ser lo aleje de inmediato.

Puedo ver en sus ojos la preocupación de haberme lastimado.

Que estupidez.

—No fuiste tú.

Anunció y lo que pienso, sería un veredicto a favor de cualquiera, lo desilusiona de inmediato.

—Definitivamente.

Da unos cuantos pasos hacia atrás y me mira con un dejo de hastió en sus ojos. Luego observa hacia abajo, a mis zapatos, y me da una ultima mirada de malestar y enojo antes de darse vuelta y caminar, alejándose de mí.

...

Nota del autor:

Seguramente la que siga en la lista sea Enid, no lo sé, tengo otros candidatos igual de buenos o mejores, como Bianca, la directora, Tyler o Marilyn, pero ellos quizás sean más adecuadas avanzada un poco la trama.

¡Ah! Y una cosa más...

¡Vamos, vamos, Argentina! ¡Vamos, vamos a ganar! ¡Que esta banda quilombera, no te deja, no te deja de alentar!

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