Un Simple Error

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❛Salgamos por un
poco de diversión ¿No?❜

Era una hermosa noche, era una luna llena, el cielo estaba repleto de estrellas las cuales brillaban a todo lo que daba y para acabar de aclarar lo perfecta que era aquella noche, era un sábado, perfecto para los amantes de ver series, películas, leer o ver el celular hasta que les diera sueño o simplemente para aquellos que tenían una vida social activa y tenían una fiesta o salida la cual disfrutar.

En caso de nuestro protagonista el era el tipo de vida social y era obvio que tenía un plan para aquella noche, de hecho tenía muchos planes, que iban desde varias fiestas hasta quedadas de amigos y no era por presumir ni nada por el estilo pero si somos sinceros ¿Quién no lo invitaría? Era un joven guapo, sociable, extrovertido y tenía una vibra increíble.

Sapnap estaba observandose en el espejo de su habitación, simplemente admiraba el increíble outfit que había creado para aquella noche; constaba de una camisa negra de cuello de tortuga, arriba de esta llevaba una camiseta blanca con una flama de fuego justo en medio de esta, unos pantalones negros algo sueltos, unos converse negros, llevaba una cadena de plata, unos anillos que adornaban sus manos y por último pero no menos importante, su banda blanca en la frente.

Sacó su celular y se tomó una foto usando como ayuda el reflejo del espejo. Después de publicarla en sus historias de Instagram se dignó a salir de su habitación, ahora venía el problema, pedir permiso a sus padres.

– Voy a salir, no me esperen.

Habló casual mientras se dirigía a la puerta con casualidad, si en realidad supieran que estaba se estaba muriendo de nervios.

– ¿Ah? ¿Y con el permiso de quién Sapnap?

Llamó la atención, era Bad, uno de sus padres, probablemente el más preocupon quien probablemente entre el y su pareja, el era quien llevaba el título de "madre".

El pelinegro paró en seco al ver a su padre viéndolo con el seño fruncido.

– Oh pues am... es que Dream recién me avisó y yo pensé que-

- Pues pensaste mal, para la próxima dile que te avise con tiempo.

Se cruzó de brazos al escuchar la "tonta" excusa de su hijo, la misma excusa que ya había usado anteriores veces.

El sonido de llamada del celular de Sapnap fue el que rompió el silencio, el joven sacó el celular de su bolsillo y contestó.

• ¿hola? Pandas, maldita sea, dijiste que ya ibas a salir, te llevo esperando a fuera de tu casa una eternidad.

• Oh, hola Clay, pues las cosas con Bad se complicaron, no sé si pueda ir.

Habló con tristeza haciéndose la víctima ante los ojos de su padre.

• Entiendo, no te preocupes Pandas.

Colgó.

Alguien se había incorporado a la habitación, alguien que vestía de una pijama azul, dicho hombre se puso de lado de Bad mientras abrazaba a este de la cintura.

– No seas tan duro con el niño, deja que salga, al cabo siempre cumple con sus obligaciones.

Le sonrió a Sapnap después de brindarle si apoyo.

– Lo sé Skeppy, pero ya se la quiere vivir en la calle.

La esperanza es lo último que se pierde.

El timbre de la puerta sonó, Bad fue y abrió y sinceramente no sé sorprendió que el que tocará la puerta era Dream.

– Hola Bad, Hola Skeppy, buenas noches, lamento interrumpir su noche, pero se que no quieren dejar salir a Sapnap y bueno, es que hoy íbamos a celebrar mi cumpleaños.

Sapnap se acercó a la puerta poniéndose al lado de su amigo, ambos parecían unos niños pequeños.

Un sentimiento de nostalgia invadió a Bad, cuando recordó cuando apenas eran unos niños y Dream iba a pedir permiso para que Sapnap saliera a salir.

Bad volteó a ver el calendario que tenían colgado en una parte de la pared, quería corroborar lo que decía el castaño y oh sorpresa, el día siguiente sería su cumpleaños.

– ¡Oh muffins! Es cierto Dream, lamento olvidar tu cumpleaños, claro que pueden ir, es más cuando regreses a Sapnap quédate aquí a dormir, mañana haré muffins para celebrar.

Habló Bad algo apenado, Dream para el era muy especial, siempre había estado para su hijo, estos dos habían crecido juntos así que claro que le tenía un gran afecto al ahora joven.

– Muchas gracias Bad, nos vemos Skeppy.

Agradeció sonriente el oji-verde.

– Gracias, los amo.

Está vez quien habló fue Sapnap saliendo y cerrando la puerta de su casa con una sonrisa.

– Wow amigo, lo lograste convencer, pensé que te irías después de la llamada.

Dream solo rió mientras negaba con la cabeza.

– ¿Dejarte? Por Dios amigo, nunca lo haría.

Ambos subieron en el carro que pertenecía a Dream.

– Bien, ahora vayamos al antro.

Dijo Clay mientras prendía el coche y comenzaba a conducir al lugar donde pasarían la noche.

Esta noche sería inolvidable para el par de chicos.