POSIBILIDADES

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Hoy he estado pensando en las posibilidades y me gustaría compartir este pensamiento contigo...

A veces creo que todos existimos como una posibilidad, que todo existe como una posibilidad. Y he pensado también, que la muerte no nos llega cuando nuestro espíritu deja el cuerpo, creo que morimos cuando desaparecemos como una posibilidad para el mundo, como una posibilidad para alguien más.

Hoy he sentido ese desatino.

¿Y si ya no existo como una posibilidad sino como una certeza olvidada?

Sí, sé que esto no es para todo el mundo, sé que los pensamientos que te lleven a trascender la existencia seguramente son solo para los más románticos. La verdad, es que yo no tengo otra forma de ver la vida, porque si simplemente la dejo pasar, entonces no tendría ningún sentido, pero en cambio – por el tiempo que tenga que ser – la recibo cuando llega y, no, no la dejo pasar como una visita sin importancia, como una visita de esas con las que se tiene conversaciones superficiales, de esas que suenan algo así:

- cómo has estado

- Bien, muy bien

Y antes de que haya comenzado la conversación, ya está muerta, ya perdió todo sentido, porque antes de ser capaces de decir todo lo que sentimos, lo aplastamos con un finiquito que dice: "bien".

¿Qué más se puede contar de ahí en adelante, qué más sentido tiene?

No, yo no quiero vivir cada experiencia con un "bien".

Me gusta ser intensa, profunda, encontrar posibilidades.

Imagina que alguien te piensa como un universo maravilloso que conocer.

Ahora imagina que ya todo el mundo te da por sentada, que ya te conoce y hasta les llegase a parecer aburrido que te pongas de intensa con tu sentir, que se anule tu vida antes de que le permitas existir.

¿Cuál eliges?

Creo que nada de eso tiene sentido y, por eso me asusta tanto.

Y entonces, recuerdo el poema de Benedetti, lo volví a oír hace poco en una película:

"No te salves, no reserves del mundo un lugar tranquilo"

A veces me pregunto si es lo que yo he hecho, si he reservado en mi mundo un lugar tranquilo donde poder existir, un lugar tranquilo en el que poco a poco voy entrando en el olvido.

Y entonces, vi esta página en blanco, el puntero titilaba, pulsaba como un corazón que aún sigue con vida. Pensé en existir una vez más y me puse a escribir. Ahora, mis palabras y mi sentir existen de alguna forma para ti, entonces estoy existiendo, y guardo la esperanza de no salvarme, de no reservar en el mundo un lugar tranquilo en el cual matar la vida en la medida en que sucede. Entonces ya no seré una certeza olvidada, sino una posibilidad.

¿Qué le pasa al mundo que últimamente le cuesta tanto ser profundo y dar trascendencia a la existencia?

¿Qué le pasa al mundo que prefiere dejar escurrir la vida entre sus manos, solo por no sentirse perturbados?

¿Qué le pasa al mundo que no le gusta interrumpir la vida solo por no abrir viejas heridas y, que haya la posibilidad de que duela o de que quizá se ame?

¿Qué le pasa a la vida que se aborta antes de que la experiencia pueda existir en plenitud?

¿Qué le pasa a la vida que dejó de ser las hormonas alborotadas de la adolescencia, para convertirse en nada? En nada, porque no concibo que a ninguna edad se pierda el deseo, la pasión y la emoción...

EL DIARIO DE UNA ESCRITORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora