¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
Tears of fire
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
El torneo había llegado, todos se encontraban efusivos, especialmente los caballeros, que estaban decididos a demostrar su valía ante el pueblo y su rey, pero el día no había comenzado de la mejor manera para la reina, que se encontraba terriblemente incómoda, todo le molestaba, y sentía a su cuerpo hincharse cada vez más, el peso de la ropa parecía el de costales con piedras.
Cleissy había hecho todo cuanto estaba en su poder por relajar a su reina, y otorgarle un poco de paz, pero ni siquiera la joven lo había logrado.
Justo en ese momento la reina le ordeno retirarse, pues no quería que su hija se desilusionará al no ver a la joven a su lado durante el torneo, y desde luego esperaba poder unir a la mano del rey con la preciosa joven Stark.
Poco convencida de abandonar a la reina, Cleissy termino por acatar la orden de la mujer, pidiendo durante su camino por la salud de la reina, y el bienestar del joven príncipe.
Al llegar al palco real, realizo las debidas reverencias, y luego tomo asiento junto a Rhaenyra, sin embargo, el rey y su mano fueron testigos de la preocupación de la joven, misma que expresaba con un meneo incesante de su pierna derecha, y sus uñas clavándose en la fina tela de sus ropas.
―Me concedería lady Stark su favor para llevar conmigo la victoria. ―luego de un pellizco de la princesa, Cleissy se levantó y entrego su corona al príncipe canalla.
Antes de poder sentarse llego un vocero a su lado, en el momento en que escucho las noticias se movió rápidamente, aunque con elegancia, para luego correr como si el mismo infierno la siguiera, detrás de ella iba el rey.
―Mi reina ―dijo la joven, aproximándose a la mujer, tomando su mano con fervor, mientras la platinada respiraba pesadamente, y el sudor escurría por su sien sin compasión.
―Me está matando, no puedo más ―dijo la mujer con pocas fuerzas, y una agonía indescriptible.
―Usted puede mi señora, es más fuerte que el viento, dará a luz a un hermoso príncipe, lo hará mi señora.
―Lady Stark, sería apropiado que permita a su majestad despedirse. ―dijo el maestre, con pesar.
Con lágrimas en los ojos, la mujer beso la mano de la mujer, y se levantó, luego Viserys se acercó a la esposa de su juventud, con la misma tristeza, tomando su rostro con cuidado, intentando grabarlo en sus manos para siempre, Cleissy estaba destrozada, pronto llego Otto, al verla en un rincón, temblando por las mociones que acumulaba, no dudo en acercarse, y tomarla, abrazándola, cubriendo su rostro con su cuerpo.
