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Wolves of fire
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Todos corrían en la fortaleza, agua, retazos de tela, y todos en defensa, porque el día ameritaba que cada guardia estuviera alerta, el nacimiento de los dragones podía hacer que muchas mentes codiciosas se movilizaran.
Cleissy, por otro lado, era probablemente la que más esfuerzo estaba haciendo, el sudor la cubría de pies a cabeza, y el dolor la embargaba sin piedad, las contracciones eran agobiantes, era como si el dragon en su interior luchara por salir junto con sus entrañas.
―Lo está haciendo muy bien majestad ―decía el maestre, bajo la mirada aterrada de Viserys.
―Aquí está el agua ―dijo una de las mujeres, mojando una tela en el agua más fría que se pudo conseguir, pues eso ayudaba a la reina.
La loba del dragon estaba agotada, sentía que sus fuerzas desvanecían cada vez más, aun con ello, tomo las sabanas bajo ella, y empuñando sus manos dio otro esfuerzo, esta vez el grito logro helar la sangre de Otto Hightower, que esperaba fuera, encargándose de que nada peligroso entrara a la habitación.
―La cabeza se asoma ―dijo el maestre, mientras se preparaba apara recibir al nuevo miembro de la dinastía.
Con ese anuncio, Cleissy se sintió un poco más aliviada, faltaba poco para sostener a su primer cria en brazos, relajando como pudo las caderas, volvió a pujar, esta vez toda la cabeza había salido, pronto fue turno de los hombros, y con eso el Maestre termino de extraer a la criatura.
Los llantos llenaron la habitación, y luego de una mínima limpieza por el rostro, se vio una delgada cabellera castaña, misma que adornaba una cabeza pequeña, donde descansaban dos orbes lilas, el padre se encontró maravillado, y no tardo en reclamar a su cría, para admirar su belleza, era justo como lo había soñado, un hermoso dragon que poseía la belleza de su madre, y se mantenía fiel a la sangre de su padre.
Justo cuando la cansada madre estaba por pedir a su hijo, un dolor la embargo nuevamente, alterando a todos en la sala, una nueva línea de sangre y líquido salían de la mujer, y pronto una nueva cabecita se asomó, atónitos, nuevamente se dispusieron a recibir a otro miembro de los dragones, los llantos se unieron para dejar a todos en completa gratitud, especialmente a los padres.
Finalmente, el maestre ordeno a todos salir, pues había muchas personas en el habitación, y eso abrumaba a la madre, quedando únicamente el maestre y los reyes, cuando por fin todo el trabajo de parto había terminado, las crías hermosas del norte reposaban en la cama junto a su madre.
―Hoy me has convertido en el ser más feliz del mundo, mi loba. ―Viserys se acercó a su esposa, besando nuevamente su frente, acariciando su rostro.
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THE KINGS SHE-WOLF │ V.T & O.H
FanfictionNadie puede eludir su deber, ni siquiera el rey.