Me sentía feliz. Feliz porque finalmente el duro trabajo que he hecho durante tantos días y horas comenzaba a dar frutos. Todo gracias a las personas que me han brindado su apoyo y han tratado de convencerme que con mucho esfuerzo se pueden lograr las cosas, si no fuera por ellas me hubiera rendido en los primeros minutos de haber entrado al equipo.
Estaba demasiado, pero de verdad que estaba demasiado tranquila esperando a que las demás chicas hicieran presencia al entrenamiento. Pero la maldición me persigue. Con maldición me refiero a nada más que al chico rubio que tanto me ha molestado desde el primer día que pisé este instituto.
─ ¿Qué quieres? ─me cruzo de brazos─ Tengo entendido que los profesores cambiaron el horario de cada entrenamiento para cada deporte.
─ Sí, así es. ─guarda sus manos en los bolsillos de su pantalón.
Y ahí estaba aquella actitud que tanto detestaba.
─ ¿Y entonces que haces aquí?
─ Solo... no lo sé. ─hace una mueca con sus labios, como si no tuviera nada más que hacer que solo molestarme─ Quería pasar a ver como se preparaba para su próximo encuentro la nueva gran jugadora.
─ Si, seguro.
Decido investigar mi celular porque las chicas se tardaban demasiado, hasta el mismo entrenador. Grata sorpresa me llevo al ver que en el chat grupal avisaban que nuestra práctica cambiaba de horario para a la salida de la última clase.
Maldito celular que no me avisa de los nuevos mensajes. Me estaría ahorrando el hablar con él.
─ ¿No vas a perdonarme por haber empezado con el pie izquierdo? ─vuelvo a mirarlo cuando sigue hablando. Su voz comenzaba a molestarme, pero estaba así por no haber leído antes el mensaje de Yerim.
─ Primero, nunca pediste disculpas. ─le recuerdo─ Y segundo, no puedo creer que te acerques a mi luego de tan solo ganar un partido.
─ Bueno, fue increíble ver como una niña pasaba de ser la peor jugadora de todos los tiempos a ser quien salvara al equipo y convirtiera su primer punto decisivo.
─ Que interesado ─susurro y corro suerte que no me haya escuchado, algo bien tenía que sucederme el día de hoy─será mejor que te vayas antes que esta niña te de una paliza
─ No te conviene hacerlo, soy la estrella del béisbol. ─acomoda el cuello de su camisa, como si eso fuera a impresionarme.
─ No es cierto. ─su sonrisa decae al escucharme ─ ese es Mark
─ Ay, por favor. ─se acerca unos pasos a mi ─ Él no tiene ni el uno porciento de mi gran fama.
─ Que engreído.
No queriendo pasar un segundo más a su lado lo dejo hablando solo.
[...]
Saliendo de mi clase de Historia me encontré con Mark, quien me estaba esperando como lo ha hecho desde hace unas semanas atrás. Hemos pasado nuestros tiempos libres juntos hablando tan solo de cosas random, justo lo que estamos haciendo ahora de camino a la cafetería.
Comenzamos a hablar sobre como nos hubiéramos llamado, quiero decir, los posibles nombres que nuestros padres tenían en mente.
─ Mis padres iban a llamarme Minyoung ── Youngmin quedaría mucho mejor ─doy mi sincera opinión.
─ ¡Es lo que siempre les dije! ─se sorprende de que pensara igual que él.
─ ¿Entonces te llamas Minyoung? ─me quedé pensativa, pues él se presentó como Mark. Tal vez al no gustarle tanto su nombre se buscó un apodo mucho mejor.
─ No. ─niega con pesar─ Soy Mark.
─ ¿Y cómo llegaron a esa conclusión? ─si que eran dos nombres totalmente diferentes el uno con el otro.
─ No lo se, a mamá le gustó y ya.
De un segundo para el otro los dos nos encontrábamos riendo en el medio del pasillo, llevándonos miradas de los alumnos que se encontraban cerca. No me avergüenzo ser escuchada, ya no, comencé a acustumbrarme pues Mark tiene una risa llamativa.
─ ¿Te gusta Minhyung? ─si estuviera bebiendo algo, puedo jurar que lo estaría escupiendo.
Pregunta absolutamente de un segundo para el otro. De esto hablaba cuando mencionaba de lo random que somos.
─ ¿Uh? ─ frunzo el ceño ─ ¿Qué dices?
─ No lo sé.─alza sus hombros sin idea del porqué dijo lo que dijo─Solo fue una pregunta. ─mueve su mano restándole importancia, como si ese gesto fuera suficiente para dejar su pregunta ahí mismo─ ¿Cómo pasaron de odiarse a ser amigos?
─ No somos amigos. ─ niego riéndome por lo tonto que sonó aquello de que me gustara su hermano. El chico más egocéntrico que he conocido en mi corta vida, ¿siendo mi amigo? No, eso sería imposible. ─ nosotros si somos amigos Mark.
─ Mejores amigos ─ me corrige alzando su dedo índice.
─ Mejores amigos Mark Lee... ─una idea se me cruzó por la cabeza, aun que dudo mucho que sea verdad.─ ¿a caso estás celoso de tu hermano?
─ No. ─hace un gesto ofendido─ solo era una pregunta.
─ Mejor vámonos a almorzar antes que nos quedemos sin tiempo. ─lo apuro agarrándome de su brazo para apresurar su caminar.
─ Mañana no te olvides de venir para ver mi partido. ─me recuerda, casi que amenazandome con el índice.
─ ¡Claro que no! ─intento abrazarlo de sus hombros, pero es algo que se me dificulta ya que es más alto que yo.─ No me lo perdería por nada del mundo.
Llegando, después de tantos minutos caminando distraídos por estar hablando, a la cafetería. A lo lejos, en una mesa, logro ver a las chicas. Yeri lavanta sus manos para que la viera, aunque ya lo había hecho.
Me suelto de Mark por un momento, pues ellas a veces me hacían el favor de pedir por mi al saber que la gran mayoría de las veces llego tarde. Y él se va a pedir lo suyo.
Nueva actualización luego de mucho tiempo! creo que desde diciembre no actualizaba y lamento mucho eso, de verdad. He tenido días malos y horribles, y deseo que el año haya comenzado mucho mejor que el mío.Espero que les esté gustando lo que estoy escribiendo, y gracias por todo su apoyo 💕
ESTÁS LEYENDO
Wrong Direction | Mark Lee
Fanfiction¿Fue buena idea entrar al equipo de Voley en la nueva escuela? No imaginaba que al tomar esa decisión su vida se transformaría en una montaña rusa. Sin duda alguna los gemelos Lee cambiaron su vida, para bien y para mal. Uno la amaba de una manera e...