ᑕᕼᗩᑭ丅ᗴᖇ ᖴᗝᑌᖇ

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En plena oscuridad por las calles de Santiago, se podía deslumbrar las bellas estrellas que se reflejaban en el ventanal del auto, los automóviles se alejaban a la par que él alemán aumentaba la velocidad por las carreteras, todo se sentía muy pacífico y se podía apreciar por el ambiente cálido que tenían los dos countrys juntos, los dos hablaban y cantaban para pasar el tiempo rápido hasta llegar a la casa del menor.

Todo iba muy bien entre los dos, hasta que se paro el auto frente la casa del chileno, justo a un lado del portón gigante de madera.

'Creo que hasta aquí llego nuestra charla'

Hablaba el alemán con algo de pena pero con una sonrisa de par en par en su rostro.

"Aún podemos seguir hablando por whatsapp"

'No es lo mismo que hablar en persona'

"No seas idiota, aún tenemos tiempo de sobra para poder salir a cualquier lado que quieras"

Chile sabía lo que decia, ya que tenía bien en claro que tendrían casi 2 semanas "libres" para poder juntarse y salir un rato por las calles de su lindo país.

'Ya veremos luego nuestra próxima salida, por ahora ve a descansar'

"Está bien, tu igual haz lo mismo"

Antes de irse, el chileno se hacerco al alemán para darle dos besos en los cachetes como forma de despedida y salió del auto con una sonrisa de par en par. Aquel pelinegro se quedó atonico por la despedida que le dió, dejandolo embobado en sus pensamientos y con un notable sonrojo en sus mejillas mientras miraba como el pelicafe se adentraba a su casa. El alemán al ver que el menor ya estaba adentro de su hogar, puso en marcha su auto para ir directo a su hogar.

Por el lado de Chile, sentía que algo en él le hacía falta, el poco licor que habían tomado en esa cena con el alemán hizo que le dejará con las ganas de tomar más, y como sabía que en su propia casa estaba prohibido el alcohol gracias a su adicción, salió de su hogar para ir a una botilleria más cercana en busca de un alcohol que le llegase quitar ese vacío en su paladar.

Caminó un par de cuadras para encontrar aquella tienda de licor de confianza que siempre compraba.

"Martín, tanto tiempo no?"

'Jajaja, solo fue un par de días que estuviste por estos lares Chile'

"Fueron años para mi jeje"

'Entonces, ¿pedirás lo mismo de siempre?'

"Vine por algo más fuerte, como el vodka que tienes en ese estante"

'¿Estás seguro? Ese licor es muy fuerte'

"Al 100 porciento"

Finalizó su frase para poder sacar el dinero suficiente de su bolsillo para pagarle por el alcohol, por otro lado con Martin, fue directo a la estantería para poder entregarle el vodka que le había pedido.

'Son 10 lucas, te recomiendo que lo tomes con hielo y algun refresco para que no te sea muy pesado'

"No te preocupi' wn, que lo tengo en cuenta"

Termino de hablar para darle el dinero al dueño del local y poder obtener el alcohol que tanto anelaba desde que lo vio un milisegundo desde esa estantería. Luego de despedirse del dueño fue caminando por las calles de Santiago mientras intentaba abrir el envase duro que tenia la botella, fue difícil al principio pero pudo quitarlo con sus manos sin problema alguno, le dió un sorbo directo de la botella dejandolo con un sabor amargo en su boca, pero de una forma a otra satisfecho.

『••[ Adicto a su sabor ]••』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora