GOLD RUSH ━━ outer banks

vii.

CAPÍTULO 7.
LONG LIVE
BY TAYLOR SWIFT

JUSTO DESPUÉS DE SALIR DEL GALLINERO, los cinco Pogues se montaron en la caravana porque al parecer a John B se le había iluminado la cabeza y sabía a donde ir. Ziggy siempre había tenido fe en su amigo, pero aunque todo lo que pasaba ahora no parecía una coincidencia, tampoco parecían haber señales de que su padre siguiera vivo.

—¡Han venido a por mí! ¡Era una reliquia familar, sabían que volvería a mí! —explicaba John B mientras conducía.

—Sí, es posible —le dio la razón Kiara.

—O puede que estés fantaseando para... ya sabes —dejó caer Pope—, para lidiar con la tristeza.

—Ya sabéis como supero yo la tristeza —habló JJ—. Con María de la buena.

—La prima de mi padre se llamaba María —comentó Ziggy—. La metieron en la cárcel por vender droga a menores y días después se colgó. Su madre, ante el duelo, al principio creía que había fingido su muerte con ayuda de una mafia o unos narcos... luego en el funeral se puso a poner denuncias porque fantaseaba con que fuera un asesinato y no un suicidio por la negación y el dolor. Lo que es irónico, porque en mi familia paterna han habido tres casos de asesinatos.

Pope y JJ la miraron frunciendo el ceño mientras Kiara le hacía señales para que se callara. John B, que había entendido ese raro contexto, soltó:

—De fantasear ni negar nada. ¡Mi padre trata de mandarme un mensaje!

—Desde el más allá —bromeó Ziggy en voz baja.

—Si te ayuda a tener fe, John B... —le dijo Kiara.

—No necesito una sesión de terapia, no estoy loco. Mi padre desapareció... no sabéis lo que es que un ser querido desaparezca y no saber lo que le pasó.

—Hace casi un año —le recordó Kiara.

—Puede que lo hayan secuestrado —teorizó JJ.

—Y está en cautiverio —dijo Ziggy.