¿Correspondido?

975 73 219
                                    

————————————°————————————

[Au; Adult! SonTails]

————————————°————————————

Estaba más que decidido, debía confesar sus sentimientos a Tails

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba más que decidido, debía confesar sus sentimientos a Tails.

Pero, ¿cómo podría hacerlo?

No creía tener el suficiente valor para ello. 10 años enamorado de él, ¿y no podía decirle lo que sentía? Eso era mucho.

Caminó rumbo a su taller, con el corazón palpitándole como loco. Sentía incluso que llegaría a explotar de lo emocionado que estaba por ver a Prower de nuevo.

¿Se debe mencionar que Tails es alguien sumamente dedicado a su trabajo y, por ello, no sale mucho de su taller?
¿No?

Odiaba con todo su ser aquel día que le presentó al presidente. El mencionado digamos que se "enamoró" del cerebro de Tails, y desde que cumplió los 16 años, no lo dejaba respirar ni un momento. Jamás lo dejaba en paz. Hasta parecía su mamá de tantas llamadas que le hacía para saber dónde estaba. 

Le pagaba bien; por su trabajo para los sustentos, pero eso no justificaba el quererlo solo para él. 

Invento tras invento, reunión tras reunión, llamada tras llamada.

Sonic al principio estaba feliz por su buddy, por ver su sonrisa resplandeciente de felicidad cuando le comentaba lo emocionado que estaba por trabajar para el presidente, pero mientras pasaron los años, y veía cada vez menos al doble cola, lo comenzó a fastidiar.

—¡Hey, Tails! exclamó animado al ya haber desbloqueado la puerta de su taller.

Se sentía tan dichoso de que sea el único que se sabe sus claves de seguridad. En realidad sabe todo de él, cada mínima parte.

Una gran ventaja sobre la competencia. ¿Tails requería una pareja? ¡Aquí estaba él! Ésta seguro que sería un excelente novio.

Alto-

"¿A Tails siquiera le gustan los chicos?"

Una buena pregunta que te haces justo al momento de querer confesarte de quien te enamoraste a los 23. Idiota.

Naaa, la verdad es que si lo había pensado, y era su miedo constante, pero lo olvidó por completo. No volvió a tocar ese tema porque quizás estaba demasiado distraído de la atención que Tails le brindaba; aunque sea poca.

Atención que solo confundía con amabilidad.

—Hey, Sonic —dijo el zorro sin mirarle.

Tenía los ojos fijamente en la pantalla, y aquello desánimo al erizo adulto. Otra vez lo mismo... la misma rutina.

La Última Carta [SonTails]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora