Vísteme [HYUNMIN, MiniFanfic]

Parte tres

No pasaría mucho antes de que Seungmin fuera involucrado en una de las tantas fiestas que solían hacer conocido el castillo. ¿La ocasión? La princesa Naoko iría especialmente a hablar unos asuntos con su prometido, y querían recibir a la próxima reina como se debía. Pronto comenzaron las decoraciones, y mientras todos se encontraban vueltos locos por poder impresionar a la japonesa y sus acompañantes, Seungmin se encontraba encerrado en su taller, sin verdaderas intenciones de asistir.

Aun así, tuvo que hacerlo. Así que, vestido en sus mejores ropas, que consisten en un traje un poco descosido y pantalones holgados, los dos de un color marrón, Seungmin se encuentra viendo a los nobles bailar una animada canción, mientras él sostiene una copa con una clase de alcohol que nunca en su vida había probado, y que lleva toda la noche allí porque no sabe si le gustó mucho como para terminárselo.

Suspira. La verdad, está aburrido. No tiene facilidad entablando conversaciones con la gente, y todos a su alrededor parecen estar demasiado borrachos como para conversar, de todas formas. Se logra notar cierta armonía entre la realeza japonesa y los dueños del castillo, pero supone que es por los tragos demás.

Lo único entretenido que le ha tocado ver son los estilos de Japón. Usan colores más vivos, con decoraciones en flores, y cabellos tomados, negro en su mayoría, liso, con maquillaje fuerte. Le ha llamado la atención, al igual que la princesa. Se ve como una chica joven, bastante seria. Tiene mirada penetrante que no va acorde con su cuerpo pequeño, rostro pequeño y labios de muñeca. Junto a Hyunjin, se nota que los dos son desconocidos que apenas han entablado un par de conversaciones, e incluso logra ver al príncipe un tanto incómodo. Ambos están sentados en una de las mesas del lugar, mirando a su alrededor, a veces hablando sin mirarse, otras en completo silencio.

A pesar de eso, se nota que intentan colaborar con la idea de una nación unida. Naoko, a pesar de ser seria, tiene una sonrisa bonita, que llama la atención. Sus labios están pintados de un rojo cereza, con un brillo que los adorna. Su rostro es pálido, y tiene un delineado que oscurece su mirada. Lleva el cabello recogido con dos palillos con cristales dorados. Su vestido es recatado, de seda, color azul, con flores doradas. Es preciosa. A Seungmin le gustaría hablar con el diseñador para entender cuál fue su visión al crearle aquella obra de arte.

"¿Te vas a tomar eso?"

Seungmin se asusta, girando con rapidez. Hay una chica casi de su misma altura, vestida de noble, con cabello claro amarrado y ojos oscuros. Su vestido es grande y rosa. Su mirada está fija en la copa de Seungmin, a medio llenar.

"No" Responde él, con voz suave.

"¿Podría?"

Asiente con la cabeza, aún un tanto confundido, y le pasa su bebida. La chica se lo toma de un sorbo. Se aclara la garganta poco después, quedándose al lado suyo.

"¿Estás casado?"

La mira, perplejo. Ella se ve despreocupada, observando a la gente bailar.

"No" Responde, sincero.