Sobre la misma línea

Cuarto Universo paralelo parte 17

Wen Qing miro que la mano que la sostenía temblaba, el hombre estaba absorto en lo que estaba ocurriendo en aquella habitación sucia, ¡Era su momento para escapar! Con un rápido y preciso movimiento toco unos puntos en la mano del hombre, lo cual le hizo perder la fuerza y la soltó, después antes de que el hombre entendiera lo que ocurría, Wen Qing presiono algunos puntos más sobre su frente, y el hombre cayó al piso totalmente desmayado.

No era momento de ser amable, Wen Qing corrió rápidamente empujando a todos los que estaban a su paso para llegar a la habitación de donde provenían los gritos, pero su valentía se vio ligeramente detenida cuando llegó a la puerta de esa habitación pues el aroma horrible solo incrementó haciendo que solo deseara salir corriendo para tomar aire limpio, miró con los ojos vidriosos la habitación, el lugar estaba totalmente sellado sin ninguna salida más que la puerta, el piso estaba húmedo, había manchas desagradables por las paredes, las cortinas y las prendas que usaban para cubrirse estaban manchadas de sangre y más cosas, todo era espeluznantemente desagradable, por un momento dudo en entrar o no, pero cuando vio al hombre sucio que lloraba sosteniendo la mano de su esposa, soporto todo y fue al frente.

La mujer que estaba recostada sobre aquellas telas sucias, estaba totalmente pálida, sin una gota de sangre, pero su piel estaba muy caliente y si no estuviera deshidratada apostaba a que estaría sudando profusamente, su respiración era casi inexistente, si no supiera tomar el pulso desde hace mucho la habría dado por muerta... ¿Qué estaba mal con esa mujer?

Mirándola detenidamente descubrió que del lado derecho de la tela que cubría sus extremidades inferiores había un rojo más vivo que del lado izquierdo, era difícil diferenciarlo, pero como médica Wen Qing había visto muchas veces sangre así que sabía en qué momento la sangre era fresca.

"¿Cuándo se lastimó la pierna?" Cuestionó al hombre que aún lloraba amargamente, pero al mismo tiempo quitaba la manta que cubría a la mujer "Ah~Ugh..." Wen Qing cubrió su boca con la mano libre que tenía mientras su expresión reflejaba lo desagradable

La mujer presentaba la pérdida de su tobillo derecho y al parecer no había sido cortado sino más bien arrancado... Como si se tratara de una mordida, pedazos de piel aún colgaban pero totalmente podridos, la peste se hizo más fuerte, solo que sabía que no debía dudar.

"¡Quiten las cosas del escritorio!" Después de que se recompuso, Wen Qing gritó y mientras señalaba a Wei Ying, Jiang Cheng y el discípulo dijo "Recuéstenla sobre el escritorio... La infección junto con el veneno avanzó más allá de la rodilla... No sé si se podrá salvar, pero debo intentarlo"

Los tres jóvenes se apresuraron a entrar, pero nunca imaginaron presenciar una escena así, el discípulo no lo soporto más y corrió a una esquina de la habitación para vomitar todo, Wei Ying se acerco y alejo al hombre que no quería soltar a su esposa, mientras que Jiang Cheng tomó todo el valor posible y cargo a la mujer.

Una vez sobre el escritorio todos rodearon a Jiang Cheng, Wen Qing y el anciano, pero rápidamente fueron alejados por Wen Qing ya que necesitaba su espacio para trabajar.

"Rápido, rápido, rápido" Se dijo Wen Qing a sí misma mientras se concentraba en atender a la mujer "Anciano Gu prepare una infusión para reponer la sangre perdida, además de que le brinde un poco de fuerza... ¡Wei Wuxian!" Gritó en busca de él y cuando lo vio también le dio indicaciones junto con el discípulo "Trae agua limpia, hervida, trae una estufa para que se continúe calentado, trae mantas limpias... Anciano Gu saque los instrumentos que hemos estado usando... Preparen fuego, ¡Lo necesitamos!" Las personas que habían estado observando a cierta distancia fueron tomadas por sorpresa, pero tras dudar una mujer entró corriendo a aquella habitación sucia y después salió con un talismán de fuego que le entregó a Wen Qing