Capítulo II

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—Pareces demasiado sorprendida—dijo la archimaga tomando asiento tras su escritorio—comprendo que haya sido algo chocante ver la escena, pero no veo el gran problema.

—Tu...él...se supone que Lyssander debería estar con Cecilia.

Agnes ladeó la cabeza:

—¿Y eso por qué? Cecilia esta muy feliz con Cedric—invocó una esfera mágica con su mano enseñándole a Soraya una grabación de la santa bailando claramente muy enamorada con el caballero templario que originalmente sería el segundo protagonista—¿no son lindos? Me temo que te perdiste estos avances al estar aislada en tu mansión.

Soraya abrió la boca un par de veces espantada... ¿cómo se había podido torcer tanto todo? ¡ella debía arreglarlo!

—No debe ser así... ¡tienes que terminar con Lyssander de inmediato! ¡él y Cecilia deben estar juntos o el mundo corre peligro!

Agnes alzó una ceja curiosa, claro que no entendía ¿Qué hacer? ¿proclamarse una elegida por Dios que había visto el futuro? No...eso solo lo podía hacer una santa y Agnes era demasiado inteligente...solo quedaba...debía decirle la verdad, entonces ella entendería.

—Ellos deben estar juntos porque...

—¿Por qué solo así vencerán al rey demonio? ¿Por qué su amor verdadero despertará sus poderes? Según entiendo ese "amor verdadero" no tiene porque ser entre ambos, basta que cada uno de ellos encuentre el amor individualmente y que luego trabajen juntos con sus poderes para derrotar al mal ¿no?

—¿Qué? —¿Cómo podía saber eso? Toda la historia del amor y el poder aparecía en la novela, no había manera en que Agnes supiera algo así al menos que...—tu... ¿eres otra transmigrada?

—Por fin te diste cuenta, pero me temo que a diferencia de ti llegué hace unos meses a este cuerpo, fue por el tiempo donde la Agnes original fracasó en uno de sus experimentos mágicos luego de que tu rechazaras a Lyssander, descuida ella está bien por lo que sé ahora vive en mi mundo como una mujer moderna, le regalo mi antigua vida me gusta más este mundo. Y tu supongo que eres la clásica "villana reformada" ¿no? Lyssander me habló de ti.

—Entonces... ¡eres un alma intrusa! ¡te entrometiste en la historia de amor destinada de Lyssander y Cecilia! ¡si sabes que esto es una novela deberías cuidar que todos tengan su final feliz!

Agnes puso los ojos en blanco:

—Ay, querida ¿no te das cuenta que esto ahora es el mundo real y las personas no son "personajes"? Lyssander nunca se ha interesado por Cecilia ni ella en él, no necesité estar con ellos mucho tiempo para darme cuenta, en definitiva, todo lo que haces es tratar de forzar que dos personas que solo se ven como amigos sean pareja, dime si eso pasara en Corea ¿no sería desagradable?

—El rey demonio...

—Los poderes de esos dos ya despertaron, Cecilia gracias al amor de Cedric y Lyssander dice que gracias a mí ahora se siente mejor que nunca, si lo que te preocupa son los poderes de ambos creo que es un final feliz.

Soraya trató de rebatir, pero realmente no recordaba algo que la historia original contradijera que el amor verdadero nada más debía existir y no ser necesariamente entre el héroe y la heroína, ella solo lo asumió porque era una novela romántica.

—Además si hablamos de eficiencia—prosiguió Agnes cruzándose de piernas—es mejor así, Cecilia la santa está enamorada de un caballero templario quien entiende sus poderes sagrados mejor que cualquiera, en el original Cedric acababa ciego luego de sacrificarse por ella ¿no? Cecilia estaba demasiado preocupada por Lyssander para pensar en alguien más mientras Agnes se arriesgaba sola de manera temeraria para proteger a sus amigos sin ver que lo mejor era hacer un plan todos juntos. Ahora nada de eso ocurrirá, Cecilia y Cedric se cuidarán las espaldas y yo me encargaré de mi hombre.

¡La Archimaga le roba el protagonista masculino a la villana!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora