Colérica rutina

0 0 0
                                    

Conforme pasan los días, las mañanas se vuelven más silenciosas, las tardes más calurosas y las noches relativamente cortas. La luna se ha visto privada de los sueños que le otorgaba el descanso. El olor a lluvia; su estruendosa llegada como a los sinfines del alma me asienta en la brisa. ¡Podría escuchar toda mi vida esa melodía!. Me intriga de tantas formas, sin satisfacerme completamente la secuencia científica tras el ondear sinuoso de mis cabellos en contra suya. ¿Por qué no decir cuan ilógico se vuelven mis días? Rutinarios, se disuelven como espuma.

Pétalos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora