Comprometida

Capítulo 12

"La coartada"

Brett Davis

Me encontraba recostado en la silla de mi escritorio tomando otro trago de whisky, después de 11 intentos de llamadas fallidas para borrar la publicación del internet.

Fruncí el ceño cuando escuché a mi secretaria tocar la puerta.

—¡Pasa!—dije perdiendo la paciencia.

Entró muy despacio con semblante tímido.

—¿Qué es lo que quieres?—pregunté.

—Señor... lamento interrumpirlo aunque dejó totalmente claro que no lo molestarán.

—¡No pareces haber entendido el mensaje!

—Lo sé, pero no estaría aquí sino fuese realmente importante.

Giré los ojos.

—¿Qué puede ser tan importante para poner aprueba mi paciencia?

Dudó antes de responder.

—Que su hija esté en vivo y en directo en este momento.—dejé el vaso de whisky en la mesa levantándome de la impresión.

—¡¿Qué estás diciendo?!

Se encogió de hombros con su mirada en el suelo.

—Por desgracia... es cierto, en este momento su hija está siendo acosada por los reporteros.

Traté de calmarme.

—Mary podrá causarme problemas, pero jamás se atrevería aparecer en televisión nacional y menos en la situación desdichada en la que se encuentra.—afirmé.

—Eso tendrá que verlo con sus propios ojos.—aseguró.

Tomé el control remoto sentándome para asegurarme que no fuera cierto. Mis ojos se comenzaron agrandar al ver a Mary y atrás... ¿Joseph Bailey?

¿Qué es esto?

—Yo no soy su amante y les pediré que se retiren.—dijo Bailey acercándose a la puerta.

—¿Quién es usted? ¿Si no es su amante qué es?¿O alguien más lo es?—habló la reportera.

Joseph se detuvo ante Mary, se podía ver hablando entre ellos.

¿Qué se supone que es esto?

Él negaba.

Luego vi a Mary regresar a los reporteros.

¡¿Qué estás haciendo?!

—Mary.—lo escuché llamarla desde atrás.

—¿Algo qué quieras decirnos, Mary?

Asintió.

—Asumo mi responsabilidad, pero no tienen porque meterlo en esto.

¿Qué?

—¿Por qué no, Mary? Dinos, ¿quién es él?

—Su novio.—Bailey respondió desde atrás mientras no podía creer lo que oía.

¿¡Su qué!?

Ella lo miraba confundida.

—¿Qué estás...?

Joseph le decía algo.

Sentí el asombro cuando Bailey comenzó a besar a Mary de repente lo cual ella no tardó en responder.

Luego de un minuto, ambos separaban sus rostros lentamente hasta que Mary regresó su mirada a los reporteros.

No podía creer lo que veía.