Comprometida

Capítulo 50

"Reloj de arena"

Joseph

Días antes.

No dejaba de ver mi reloj desconcertado, pasaba el tiempo y aún seguía esperando en la sala de juntas. Montgomery me había llamado, me dijo que era importante.

Empezaba a toquetear la mesa. Mi mirada cayó en la puerta, viéndolo aparecer. Me observó un momento.

—Veo que esperar sigue sin ser su fuerte.—murmuró.

Hice una mueca.

—¿Qué puedo decir? Hay cosas que nunca cambian.

Negó sentándose en la extensa mesa.

—Debo suponer que te tomó por sorpresa mi llamada. ¿Cierto?

—Sí.—dije.—De hecho, pensé que no volvería a contactarme después de asociarse a la Compañía.

Se veía pensativo.

—Sí, ese era el plan.—aseguró.—Pero... antes debía hacer una última cosa.

Lo miré desconcertado.

Sacó un archivo.

¿Qué era?

—Son los papeles, listas, cuentas bancarias, derechos, firmas, contratos... En fin, cosas de ese tipo.—lo miré expectante.—Estos son todo el patrimonio de tu abuelo y tus padres.

Lo miré sorprendido.

No entendía.

—¿Por qué trajo eso con usted? ¿Por qué me lo muestra?

Giró los ojos.

—No seas tan tonto, muchacho.—me regañó.—Todo esto... es tuyo, eres oficialmente el heredero de los Bailey. Todo esto te pertenece.

Lo miré sin poderlo creer.

¿Cómo...?

Ni siquiera había seguido completamente las cláusulas.

—¿Cómo... es eso posible?

Rió.

—Tan posible como que eres tan importante entre todos los millonarios... Y claro, tienes una extensa lista de contactos, sin contar que cada uno de ellos eran buenos amigos de tu padre. En pocas palabras... no solo tienes más que dinero, también muchas conexiones.

Seguía procesando.

—Usted sabe a qué me refiero.—dije.—Las cláusulas.

—Oh, eso.—le quitó importancia.—Solo eran requerimientos, fueron el inicio para un fin.

—¿Qué quiere decir con eso?

Lo miré desconcertado.

Guardó silencio.

—¿Cuál era el verdadero propósito de las cláusulas?